Vinos
Agencia Uno.
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Pese a las buenas expectativas de las viñas para la temporada vitivinícola, la sequía amenaza con golpear la producción de este año.

Así lo señaló la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos Enólogos en el informe de previsión sobre la vendimia 2022 en el país, revelando que cerca del 50% de los productores ha manifestado tener problemas para suplir el 100% de la necesidad hídrica de la vid, según informa El Mercurio.

La asociación consultó a los productores de viñedos de secano en qué porcentaje estima que se verá afectada su producción por el estrés hídrico de los cuales un 81% respondió que considera que el nivel de impacto por esta condición estará por sobre el 10%.

En cuanto a los viñedos de regadío, un 67% de los consultados dijo que tiene contemplado que haya algún tipo de afectación y solo un 13% respondió que su nivel de producción no se verá alterado por la falta de agua.

De esta forma, el informe proyectó que la producción total de este año de uva vinífera disminuya entre un 5% y 10% con respecto a la temporada anterior.

El 53,3% de los productores atribuye al estrés hídrico la baja en la producción, le siguió un 15,6% que sostuvo que la menor cuaja es la responsable de una cosecha inferior y en tercer lugar destacaron los factores climáticos —con un 11,1%— como un aspecto que podría afectar sustancialmente la producción.

El informe subrayó que las variedades chardonnay y carmenere podrían verse afectadas por una disminución en la cuaja.

Desde la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias —entidad que encarga el estudio— precisaron que los resultados de la vendimia de este año varían según cada región y que en algunas zonas vitivinícolas como las del valle central se estiman leves incrementos en la producción.

‘No así en la región vitivinícola sur, que comprende los valles de Itata, Biobío y del Malleco caracterizados por ser predominantemente de secano’, explicaron.

En detalle, los productores del valle de Casablanca proyectan un alza de 10% respecto a la vendimia anterior, mientras que los del valle de San Felipe y Los Andes estiman que tendrá un avance de hasta un 5%.

Los productores del valle de Itata afirmaron que esperan un rendimiento entre un 10% y un 20% menor a la cosecha del año pasado, al igual que los del Biobío, que calculan una baja entre un 5% y un 10%.

‘Desde el Ministerio de Agricultura trabajaremos por poner diversos instrumentos de apoyo al riego y de fortalecimiento del recurso hídrico al servicio de la pequeña y mediana agricultura’, agregaron desde Odepa.

La mano de obra también ha sido un factor de preocupación para los productores vitivinícolas. De acuerdo con el informe, el 100% de los consultados manifestó que la pandemia ha tenido una repercusión negativa sobre la disponibilidad de mano de obra.

De acuerdo con el documento, terminada la cosecha e iniciadas las actividades de poda en los viñedos, el 47% de los productores encuestados indicó que la pandemia de coronavirus tuvo una incidencia de media a alta en la disponibilidad de personal para las labores de poda invernal del año anterior y un 66% señaló que tuvo una incidencia media alta en la cantidad de mano de obra en las labores de primavera.

Mejor calidad

Sobre la vendimia, el presidente de Vinos de Chile, Aurelio Montes, contó que las variedades blancas ya están ‘prácticamente’ terminadas mientras que los tintos todavía están en cosecha.

‘Lo que se ve venir es que los blancos están con una calidad extraordinariamente buena por el año seco sin lluvia, con una uva muy sana y en muy buenas condiciones en las bodegas, lo que está generando vinos de gran calidad’, afirmó. Respecto a los tintos, Montes dijo que todavía es prematuro concluir resultados, pero que están observando una baja de alrededor del 10%. Aunque al igual que las variedades blancas se ven ‘buenos y sanos’. ‘Se prevé un buen clima hasta finales de abril, así que la verdad es que estamos optimistas’, declaró.

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