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En conversación con El Agro, el presidente de la Sociedad de fomento agrícola de Temuco, SOFO, señaló que “desde hace tiempo venimos percibiendo ciertas señales que nos indicaban con fuerza que la intención de siembra iba disminuyendo. Se supone que era por la violencia por presiones de venta a productores, arriendos ilegales, pero sucede que esa violencia, que por suerte se instauró el estado de excepción en versión light, más alza de insumos, fósforos y nitrógenos han hecho que mucho agricultor deje de cultivar y esto se ve principalmente en predios arrendados que son los de mayor ampliación”.

“Esto se traduce en dos cosas: alto a la inversión, y la baja de cupo de créditos con proveedores”, agregó. Heise dijo que agradecen las acciones del gobierno, pero no compensan la disminución en la capacidad crediticia. Ahora con las mismas líneas de crédito del año pasado se compra un tercio de os fertilizantes. “Estimamos entonces que esto se traduciría en la disminución de un 20 % en tierras cultivadas”.

Factores

En ciertas zonas donde ha subido la violencia es muy frustrante trabajar todo el año para que llegue gente después a pedirte un peaje. El paje ocurre y el agricultor se ve sin salida. Hay mucha presión para poder trabajar tranquilo.

Falta de Estado

La presencia del Estado en cuanto a seguridad siempre ha sido una carencia. Desde que empezó a implementarse el Estado de Excepción como última herramienta, se logró un buen efecto. Pero que hoy no se siembre un predio por falta de seguridad eso sin duda no es culpa del agricultor. Además de no poder cultivar no puede generar empleos. La falta de Estado es efecto multiplicador en cuanto a no poder sembrar y no producir alimentos también. El Estado nunca ha tenido política clara.

El granero de Chile

Está en peligro, pues sus cualidades no se replican en otras zonas, y hoy además de la inestabilidad política, con lo que se está haciendo en materia constitucional se está asegurando que siga siendo la zona más pobre de Chile.

Nueva constitución

Con esta propuesta de Constitución, la agricultura acá en la Araucanía quizás sea inviable. Hay agricultores que se han ido al norte, y otros al sur. Yo me quedo… tengo fe que esto va a volver atrás. No creo que la agricultura tenga ninguna deuda con el país ni con los pueblos originarios. No creo que todas las comunidades tengan ese espíritu, yo creo que todas ellas tienen las misma aspiraciones que  todo Chile que es crecer, que sus hijos vivan mejor, acceso a educación y salud, conectividad.

El campo es una fuente de trabajo, y la restitución de tierras es inviable porque entonces no hay propiedad privada. No se puede separar el capital de la producción de alimentos. Se tiene que poder acceder a créditos y para eso hay que tener certeza de la propiedad y en este caso no la hay.

La mayoría no está de acuerdo con la forma, tienen las mismas necesidades que todos los chilenos, segmentarlos por raza o pueblo originarios, no corresponde. Esta discriminación está haciendo más mal que bien.

Lo que mas necesitamos es seguridad, con seguridad y financiamiento nos ponemos a sembrar. Ningún agricultor quiere vender su campo y podemos hacer un gran aporte a la seguridad alimentaria.

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