AGENCIA UNO
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Si hay alguien que entiende sobre dirección de televisión es Sergio Riesenberg. El director es uno de los más respetados del país y estuvo a cargo del Festival de Viña entre 1981 y 1990, ganando un Emmy por su trabajo en su última edición del certamen.

Por eso, tras las críticas que recibió Alex Hernández por la transmisión del show, especialmente durante el show de Jamiroquai, Riesenberg se sumó a los comentarios.

“Fue una clase magistral de lo que no se debe hacer, sobre todo con un artista como Jamiroquai”, señaló en una entrevista.

El destacado profesional además agregó que “me molestó todo por una razón muy simple, no tenían claro el objetivo. En televisión tiene que haber un centro de atención en la pantalla, no varios. No puedes combinar esa cantidad de elementos e imágenes, porque la gente quiere ver a un artista, especialmente si es Jamiroquai”.

Riesenberg indicó que todos los artistas merecen y necesitan respeto, por lo que “no te pongas a mostrar lo que pasa en camarines con el número que viene, ni los rostros de CHV que sobreactuan y se ven falsos”, añadiendo que “cada cosa debe ser tratada con la dignidad que corresponde”.

Por otro lado, también se sumó a las críticas sobre las historias de fans que muestran al inicio de cada presentación, calificándolas de “absurdo”, y señalando que “es un festival, no un programa. Hay que saber televisarlo. No le trates de cambiar el espíritu”.

Finalmente señaló que “cuando el director es bueno en un programa, él pasa desapercibido, nadie lo comenta. Pero para que esto se transforme en un escándalo nacional, como ocurrió, quiere decir que mucha gente lo percibió y se dio cuenta que algo no funcionaba”, prediciendo que “va a quedar en los anales de la historia de la televisión chilena”.

 

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