El pasado lunes 25 de mayo el estelar de Canal 13 “Bailando por un Sueño” regresó a la transmisión tras en medio de una cuarentena total por el contexto de medidas sanitarias debido al Covid-19.
La ex señal católica señaló que, la producción, tomó todos los resguardos posibles, narrando que los capítulos fueron grabados antes que iniciara la cuarentena total en Santiago. Aún así, la Seremi de Salud inició una fiscalización.
A pesar de esto, fuentes del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) señalaron a EMOL que solo el día lunes recibieron 431 denuncias. Las denuncias realizadas por el episodio del martes, aún estarían siendo revisadas.
El principal argumento es que no se respetan las medidas sanitarias y el distanciamiento social. Otros, por su parte, aseguran que la puesta en marcha del programa equivale a una fiesta clandestina, por la cantidad de personas que requiere.
Maximiliano Luksic, director ejecutivo de la señal, mantiene su pie en continuar en el programa, asegurando que “nos encontramos esperando ciertas orientaciones de su parte, para que el programa continúe con sus grabaciones”, y defendió su realización. “En esta esta época de pandemia, nuestro público requiere además de información, contenidos que entretengan y acompañen de manera sana en esta cuarentena“.