Captura Mega
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Una emotiva publicación fue la que compartió la cantante María José Quintanilla en sus redes sociales, para recordar a una persona importante en su vida.

La panelista del matinal “Mucho Gusto” de Mega publicó una especial imagen desde la playa, junto a la cual reflexionó sobre un regalo que le realizó su padre en el año 2004.

El año 2004 mi padre me regaló el disco ‘Cantata Santa María de Iquique’ porque quería que conociera la historia de lo que había pasado en esa escuela con los obreros del salitre, de la lucha que dieron, de cómo los trataron y las vivencias lamentables que tuvieron que pasar”, comenzó expresando la artista.

A esto añadió: “Y qué mejor hacerlo con música, que era lo único que podía retener en esa etapa de mi vida.
Desde ese año hasta el 2007 todos los días, camino al colegio de ida y vuelta, él hacía los relatos y yo cantaba”.

En esos instantes, surgían conversaciones profundas y hermosas, sobre la lucha, la injusticia y el valor de la familia, entre tantas otras“, sostuvo la cantante nacional.

Debido a esto, aseguró que se alegró “cuando recibí el llamado para participar en esta obra, mi alma sintió que mi viejo desde algún lugar, estaba haciéndome un regalo.  Hoy, tomo este desafío con toda la responsabilidad y amor del mundo, recordando que no importa cuántos años pasen, cuántas cosas no nos resulten, sigamos confiando en nuestros sueños, creamos y seamos consecuentes con nosotr@s”, fue parte del mensaje de María José.

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Que tú sonrisa cambie el mundo, pero que nunca el mundo cambie tu sonrisa… Por más difícil que se crea, las cosas siempre pueden ocurrir, aunque el camino te ponga todas las dificultades existentes y creas que nunca sucederá. El año 2004 mi padre me regaló el disco “Cantata Santa María de Iquique” porque quería que conociera la historia de lo que había pasado en esa escuela con los obreros del salitre, de la lucha que dieron, de cómo los trataron y las vivencias lamentables que tuvieron que pasar. Y qué mejor hacerlo con música, que era lo único que podía retener en esa etapa de mi vida. Desde ese año hasta el 2007 todos los días, camino al colegio de ida y vuelta, él hacía los relatos y yo cantaba. En esos instantes, surgían conversaciones profundas y hermosas, sobre la lucha, la injusticia y el valor de la familia, entre tantas otras. Por eso cuando recibí el llamado para participar en esta obra, mi alma sintió que mi viejo desde algún lugar, estaba haciéndome un regalo. Hoy, tomo este desafío con toda la responsabilidad y amor del mundo, recordando que no importa cuántos años pasen, cuántas cosas no nos resulten, sigamos confiando en nuestros sueños, creamos y seamos consecuentes con nosotr@s. Al final algo saldrá en el camino, siempre se aprende algo nuevo y eso ya es avanzar! Gracias @quilapayun por el honor y la confianza ??

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