Ayer, en horas de la mañana, Francisco de Gran Hermano sorprendió con un renovado look, apostando por unos aros que se complementaban con su ya clásica pañoleta.
Sin embargo, este era uno de los otros cambios que se realizó el exintegrante del encierro de CHV, el cual optó por realizarse un tatuaje.
Lo llamativo fue que el tatuador fue nada más que su propio hijo, Sebastián, quien además diseñó la pieza que se tatuaría, la cual tiene relación con su pasado y además su reciente paso por el programa.
El llamativo tatuaje de Francisco
En uno de sus brazos, se tatuó un perro de la raza rottweiler, el cual rememora el apodo que tenía cuando conducía camiones.
En su otro brazo, se tatuó el ojo de Gran Hermano, lo cual había prometido en una transmisión en vivo de CHV, junto a Claudio Michaux.
En los registros que compartió en las redes el “Papi Lulo” habría señalado que tomó esta decisión porque “quiero disfrutar lo que me queda de vida con mis aros y mi tatuaje“, según consigna el portal Página 7.