La Diócesis de Funchal apartó de la acción pastoral a un sacerdote por posible abuso sexual.
Según el Diario de Noticias de Madeira, se trataría del cura Anastácio Alves investigado por presuntamente atacar a un menor de edad en 2005.
El medio apunta que el caso fue “engavetado” entonces por el Ministerio Público del país, lo que permitió que el padre pudiera desarrollar funciones en Suiza y Francia.
Para el obispo Antonio Carrilho, la decisión de apartar al cura es parte de una acción emprendida por la Diócesis para “llegar a la verdad”.
Esto sucede en medio de una serie de escándalos sexuales encubiertos por altos jerarcas de la Iglesia que ha afectado la imagen de la institución y la de su representante, el Papa Francisco.
No obstante los obispos portugueses mantienen su posición de defender al Sumo Pontífice y de no denunciar los casos de abuso reportados por religiosos bajo el secreto de confesió.
La Conferencia Episcopal Portuguesa afirma que esto sería contrario a la fe y argumentan que “el secreto de confesión no es negociable”.