Angela Merkel
AFP
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La canciller alemana, Angela Merkel, se sentó el jueves en un acto oficial junto a su homóloga danesa, en un inhabitual cambio de protocolo, al día siguiente de haber sufrido la tercera crisis de temblores en menos de un mes.

La dirigente, que cumplirá 65 años el próximo miércoles, se sentó en una silla blanca junto a la primera ministra danesa Mette Frederiksen, igualmente sentada, con motivo de esta ceremonia de honores militares en la cancillería en Berlín.

Las dos mujeres, sonrientes y visiblemente relajadas, escucharon los himnos nacionales de sus dos países entonados por la orquesta militar, bajo los focos de las cámaras y la mirada del público congregado frente a las verjas de la cancillería.

Después, con el paso firme, Merkel pasó revista a las tropas junto a su homóloga.

La canciller afirmó el miércoles que estaba “muy bien” después de haber sido víctima de una tercera crisis de espasmos en menos de un mes durante un acto con el primer ministro finlandés, Antti Rinne.

“Estoy muy bien. No hay que preocuparse“, declaró alrededor de una hora después de haber temblado durante el acto en la cancillería mientras sonaban los himnos oficiales.

Explicó que había reaccionado con ansiedad al recordar el primer episodio de temblores, ocurrido hace menos de un mes.

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