AFP
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Los incendios en el sur de California han dejado dos muertos y más de 100.000 personas eran evacuadas de manera preventiva el viernes, frente al avance del fuego que ha destruido muchos edificios en el norte de Los Angeles.

Según los servicios de emergencia, una mujer de 89 años murió en Calimesa, unos 100 kilómetros al este de Los Angeles, cuando un incendio arrasó el parque de casas rodantes donde ella vivía. El fuego inició por el conductor de un contenedor de basura cuya carga se había incendiado y lo echó a un lado de la carretera, encendiendo la maleza.

Otro hombre de unos 50 años murió de un ataque al corazón mientras intentaba salvar su casa de otro incendio, el Saddleridge Fire, que empezó el jueves por la noche, unos 20 km al norte de Los Ángeles.

Alimentado por los vientos cálidos y la sequía característicos de esta estación, el incendio estaba arrasando con 300 hectáreas por hora, dijo Ralph Terrazas, jefe de bomberos de la ciudad (LAFD).

Al mediodía, el incendio ya había cubierto unas 3.000 hectáreas de maleza y colinas y las autoridades ordenaron la evacuación de más de 100.000 personas cuyas viviendas podrían verse afectadas. Según el último informe de los bomberos, al menos 25 edificios fueron destruidos o dañados.

“Es un fuego muy dinámico. No espere para salir”, dijo Ralph Terrazas a los residentes.

Gran parte de California se encontraba en alerta máxima por los incendios, incluidas zonas alrededor de Los Ángeles, donde un helicóptero y más de 200 bomberos luchaban contra las llamas y unas 1.900 viviendas fueron evacuadaas.

Otro fuego se declaró en un barrio del norte de la metrópoli californiana sobre las 21H00 del jueves (04H00 GMT del viernes) y se extendió rápidamente por unas 1.900 hectáreas, alimentado por los vientos cálidos propios de ese estado del oeste de Estados Unidos y la sequedad de los suelos.

Unos 1.000 bomberos combatían sus llamas y las autoridades tuvieron que cerrar parcialmente varias autopistas, informó Terrazas. 

Las autoridades abrieron centros de alojamiento de emergencia para acoger a los evacuados.

Las condiciones peligrosas durarán al menos hasta el final de este viernes, avisaron los servicios meteorológicos estadounidenses (NWS). Los vientos, que podrían alcanzar hasta más de 100 km/h, ponen en riesgo los árboles y los tendidos eléctricos, precisaron.

Agence France-Presse

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