Francia anunció este jueves que recibirá en los próximos meses a 400 demandantes de asilo que se encuentran en Grecia, país sometido a una fuerte presión migratoria.
“Queremos ayudar a Grecia a enfrentar el aumento de los flujos migratorios de estos últimos meses”, recibiendo a “400 personas que llegaron a territorio griego”, declaró el embajador Patrick Maisonnave.
Grecia se convirtió en 2019 en la primera puerta de entrada de migrantes a Europa.
Actualmente tiene en su territorio 103.000 refugiados y migrantes, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Según Francia, Grecia ha registrado un “aumento del 60%” de flujo migratorio, sobre todo de personas que vienen de Turquía. “En los demás países los flujos han bajado”, indicó París.
Esta ayuda es “inédita desde 2017” cuando concluyó un programa de “relocalización” dos años antes, durante el pico de la crisis migratoria para ayudar a Italia y Grecia, inundadas de migrantes que huían de la guerra, señaló el ministerio del Interior de Francia, en declaraciones a la AFP.
Entre 2015 y 2017, 4.322 fueron relocalizados en Francia, y 30.000 repartidos en otros países europeos, añadió el ministerio.
El gobierno griego conservador de Kyriakos Mitsotakis anunció en noviembre el cierre de los tres campamentos más superpoblados e insalubres y su sustitución por centros cerrados, para triplicar la capacidad de acogida en las islas de Lesbos, Samos y Quíos.
También prometió la devolución a Turquía de 10.000 personas cuya solicitud de asilo fue denegada y el traslado de 20.000 solicitantes de asilo al territorio continental griego.
Sin embargo, según la Organización Internacional para las Migraciones, los campamentos del continente ya albergan a 22.000 personas y casi sobrepasan su capacidad.
Agence France-Presse