Este jueves fue condenado a 4 meses en prisión el hombre que hace algunos días abofeteó al presidente francés Emmanuel Macron. Además, se le decretaron 14 días de suspenso, con orden de ingreso, imponiendo así un castigo simbólico y severo por “un ataque intolerable a ala institución”.
El autor, identificado como Damien Tarel, de 28 años, fue juzgado en comparencia inmediata en el tribunal de Valence. En el proceso judicial se enfrentaba a una pena máxima de tres años y a una multa de 45.000 euros.
En la sentencia además se le priva de los derechos cívicos por tres años, y se le prohibe ejercer cualquier cargo público por el resto de su vida. También se le prohibe por 5 años la tenencia de armas y deberá someterse a un seguimiento psicológico.
El fiscal del caso, que pedía 18 meses de prisión, aseguró que se trata de “un acto deliberado de violencia, profundamente inadmisible” agregando que el gesto “no sólo pretendía golpear, sino rebajar y humillar”.
En declaraciones a medios locales además denunció que “es un ataque intolerable a la institución, a la presidencia de la República. Hay una especie de fría determinación en el acusado. No hubo gratuidad en este acto”.
En el interrogatorio del Damien Tarel se refirió directamente al mandatario, asegurando que este simboliza la “decadencia” de Francia y que su gesto “lamentable” -y según el causado por la impulsividad- tenía por propósitto manifestal el sentimiento de “injusticia” de los llamados “Chalecos Amarillos”.
Tarel además reconoció que cuando supo de la visita del Presidente, pensó en lanzarle un huevo o un pastel de crema, pero que finalmente desistió de la idea. Además aseguró que la bofetada se dio por la “sorpresa” al ver al jefe de Estado acercandose directamente hacia el.