Nicolás Zepeda fue encontrado culpable por la justicia francesa por el homicidio de Narumi Kurosaki, desaparecida desde 2016 y cuyo cuerpo aún no ha sido encontrado. Fue condenado a 28 años de cárcel.
El chileno de 31 años tuvo oportunidad de expresarse libremente este martes en el tribunal, antes del cierre del caso, e insistió en su inocencia del crimen de su exnovia japonesa.
“Voy a hablar en francés. Nunca quise estar en medio del dolor familiar de Narumi. Nunca quise estar en medio del dolor de mi familia. Nunca quise estar en medio de mi propio dolor”, dijo mirando al jurado, compuesto por nueve personas, entre los que hay seis civiles y tres magistrados.
“Pero, yo no soy un asesino. Yo no soy el asesino de Narumi”, afirmó.
El lunes, durante el juicio, el fiscal Étienne Manteaux había pedido condena perpetua contra el chileno por haber matado “deliberadamente a su exnovia con premeditación”, luego de que este no pudiera retomar la relación sentimental con ella.
Entre los elementos que llevaron a la condena Zepeda está su presencia en Besançon y su región en los días previos a la desaparición, hasta donde viajó desde Santiago para encontrarse con la joven.
Nicolás Zepeda estaba con Narumi en su habitación del campus universitario el 5 de diciembre de 2016. Esa misma noche, los estudiantes escucharon “gritos”, un “llanto”, un “traqueteo”, y desde entonces se le perdió el rastro.