Una seguidilla de hechos de violencia fueron registrados en Culiacán, México, luego de la captura del hijo del “Chapo” Guzmán, Ovidio Guzmán López, quien se presume que cumple un rol protagónico en el Cártel de Sinaloa.
Tras la detención de Guzmán López, se desataron hechos delictuales protagonizados por bandas de narcotraficantes y la Seguridad Nacional que desencadenó en balaceras, bloqueos de carreteras y quema de vehículos.
De acuerdo al gobierno mexicano, los operativos ya han cobrado la vida de 10 militares y 19 presuntos criminales. Además, 21 personas fueron detenidas y 35 heridos.
“Continúan las agresiones por parte del grupo criminal y siguen las acciones para restablecer el orden y paz”, señaló el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, quien también indicó que se identificaron 19 bloqueos y enfrentamientos armados en Culiacán, así como el cierre de los principales accesos de la ciudad.
12 horas de terror
Vecinos de la ciudad del Estado de Sinaloa, vivieron cerca de doce horas de pavor, las cuales los obligó a resguardarse en sus hogares. “Tenemos un niño de 8 años con el que tratamos que no se entere de lo que ocurre, aunque ya pregunta por qué nos hemos aislado. Le hemos prohibido estar cerca de las ventanas”, le contó a BBC Mundo, Rafael González.
Otro hecho de violencia ocurrió durante un vuelo de la compañía ‘Aeroméxico’ en la ruta Culiacán-Ciudad de México, el cual recibió un disparo en su fuselaje, pero no se lamentaron personas heridas.
Al respecto, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador indicó que “actuamos con autonomía”, cuando le preguntaron de la relación sobre la captura de Guzmán López y la visita del Presidente Joe Biden al país azteca.
Respecto a la situación de Culiacán, AMLO comunicó que la presencia de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal busca prevenir daños a los vecinos de Sinaloa.