El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acusó a Rusia de un “acto de terrorismo” tras un bombardeo en un barrio residencial que dejó al menos 10 personas muertas y más de 80 heridos.
Los equipos de rescate han confirmado que en Járkov son ya siete las personas que han fallecido a causa de estos nuevos ataques, después de que hayan encontrado un cuerpo sin vida más entre los escombros de uno de los edificios residenciales que se han visto dañados por los impactos de los proyectiles.
El Ministerio del Interior ha informado de que cerca de 60 personas han resultado heridas, entre las cuales hay ocho menores de edad. Durante este martes se registraron al menos ocho explosiones en Járkov, afectando a varios edificios de apartamentos e infraestructura civil.
Su gobernador, Oleg Sinegubov, ha denunciado que los ataques han caído en zonas residenciales y que la mayor parte de los daños se han producido en los distritos de Saltiv y Kiev. En el lugar, 30 edificios resultaron dañados por las explosiones, ha contado Sinegubov en la televisión ucraniana.
Posteriormente, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó “un acto deliberado de terrorismo”, ya que han sido “varios los edificios residenciales que han sido alcanzados por los proyectiles”.
“Desafortunadamente, varias personas resultaron heridas o muertas. A pesar de las dificultades, nuestros heroicos servicios de rescate, continúan realizando una labor sumamente importante para salvar a las personas”, añadió Zelenski.
Los ataques también han afectado a Kiev, donde al menos 22 personas han resultado heridas y otra más ha fallecido.
Varios ataques han caído horas más tarde sobre Berislav, en la región de Jersón, donde dos personas han muerto como consecuencia de los mismos, según ha informado la Fiscalía, que acusa a Rusia de haber disparado contra una casa particular.