Miles de personas llegaron hasta Plaza Baquedano para cenar y esperar el Año Nuevo en el epicentro del estallido social en la capital.
Y, pese a que temprano intentaron derribar la estatua del General Baquedano sin lograrlo, la jornada continuó desarrollándose de manera normal y sin la presencia de Carabineros.
La instancia contó con números culturales. Además, la iniciativa pretendía ser una reunión solidaria entre manifestantes,
Las mesas se instalaron principalmente a las afueras del Teatro de la Universidad de Chile, pero también se compartió comida y bebestibles a quienes se congregaron en las distintas partes de Plaza Italia.
ATON Chile.