FOTO:AILEN DIAZ/AGENCIAUNO
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Tras la primera jornada de la segunda ronda de la Prueba de Selección Universitaria el rector de la Universidad del Desarrollo, Federico Valdés, dio sus impresiones ante los 3 mil estudiantes que no pudieron rendir la PSU a causa de desórdenes, en especial en Providencia y Las Condes.

Y si bien se definió como “un defensor categórico de las pruebas estandarizadas” ante Pedro Carcuro en “El Rompecabezas” de Agricultura tildó a la PSU de “un pésimo predictor del rendimiento”.

Sobre este tipo de pruebas apuntó que “yo creo que son indispensables para nuestro sistema de admisión pero creo que las universidades deben tener más autonomía para determinar cuánto ponderan cada factor que se consideran. Acá se ponderan las pruebas de matemática, lenguaje, historia y geografía, ciencias que debiera ser más de una y hasta la de matemática debiera ser más de una y los porcentajes que las universidades tienen que considerar se mueven en rangos muy rígidos que no dan la posibilidad de innovar o hacer las cosas distintas”.

PROPUESTAS

“Yo digo que si una universidad por las características de sus programas descubre que es la prueba de Lenguaje -estoy inventando un ejemplo- la que mejor predice el desempeño, dejar que Lenguaje tenga un porcentaje mucho más alto, incluso si se obliga a que ocupe todos los factores, dejar en 10% matemática, 10% historia, 10% al ránking, 10% a las notas y 60% a Lenguaje y es porque ha visto con sus alumnos, que sabe con qué puntajes vienen y cómo les va en la universidad… ha visto que predice mejor. Porque aquí durante años hemos estado obligados a usar las ponderaciones en un rango muy pequeño para descubrir después que la prueba que estamos usando es un pésimo predictor del rendimiento”, explicó.

Respecto a la propuesta de un segundo test selectivo por parte de las universidades, dijo que “el problema de eso es que se puede cuestionar la capacidad que tienen todos de entrar en el sistema. Se podría decir ‘Ojo que la segunda prueba puede ser un filtro imposible para algunos alumnos'”.

“Yo prefiero que las universidades se guarden un porcentaje mayor a 15% que tienen hoy día para seleccionar determinados tipos de alumnos y hagan ahí la prueba que quieran. Por ejemplo, si soy una universidad regional, ‘quiero que el 30% de los alumnos sean de la región’ y hago literalmente procesos paralelos, uno para alumnos de la región y otro con el mecanismo que hablamos anteriormente. O ‘yo quiero una universidad inclusiva y le guardo un 20% a alumnos de colegios municipales’. Esto es público y conocido: se sabe que determinadas universidades van a recibir más alumnos de este tipo y eventualmente va a recibir más fondos, o que quieran que sean de región o que tengan capacidades de liderazgo. Depende del perfil de los alumnos que quiera cada universidad, de la misión que cada universidad declare y acá estamos usando una especie de camisa de fuerza para todos igual”, dijo.

Sobre la Prueba de Matemáticas dijo que”la que tenemos hoy día es un desastre, muy difícil, que hace que todos los puntajes salgan pegados unos con otros”, por lo que “es una mala discriminadora”.

“Lo que debiera haber es lo que se enterró hace 17 años atrás, que era una Prueba de Aptitud y otra de conocimiento específico de matemática. Lo que vienen mejor preparados, que no es un misterio que son los que van a colegios particulares y caros, les va mejor, entonces esta (PSU) es una prueba que lo que hace es acentuar las diferencias”, aseveró.

“Se llega a 450 puntos -que es lo necesario para postular al sistema-  con 17 preguntas buenas de 80, eso significa que es una prueba que está mal hecha”, remató.

¿Y qué cambios se pueden hacer?, ¿qué se viene por lo pronto?

– Uno puede cambiarle el nombre cosméticamente, pero un cambio profundo no se puede hacer de aquí a diciembre de este año. No se puede plantear eso seriamente. Uno puede corregir un poco esta prueba. Decir ‘estas preguntas que no ayudan a predecir, se eliminan’. Eso se puede hacer ahora ya. Decir ‘cambiar la prueba de Matemáticas porque no sirve para quienes quieren estudiar Derecho por ejemplo y dividirla en dos. Una con conocimientos hasta Primero Medio y otra de ahí para arriba’. Eso se puede hacer en un plazo de unos dos años. Una prueba que tenga menos sesgos, que discrimine bien; eso requiere un testeo que obliga a probar unos tres o cuatro años, porque una de las cosas más graves que se hicieron al instalar la PSU fue eliminar la PAA inmediatamente. Pero primero hay que corregir la prueba actual, porque no hay más tiempo tampoco.

 

 

 

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