Manifestación En Clínica Santa María
Agencia Uno
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Gustavo Gatica conversó con BBC y relató los detalles de la fatídica jornada del 8 de noviembre en la cual recibió disparos de perdigones en los ojos y que derivaron en la pérdida total de la visión.

No fue doloroso. Sentí el impacto y de inmediato algo como agua correr desde mis ojos. Era la sangre. Vi estrellitas por todas partes, como en los dibujos animados y luego me fui a negro”, recordó el universitario, quien describió la rápida ayuda recibida en el entorno de Plaza Baquedano. “Tras el impacto me di vuelta y me ayudó una persona, Jaime Bastías. Él me acompañó en todo momento, hasta la clínica. Yo no lo conocía. Seguimos en contacto hasta hoy”, dijo.

Yo era consciente de que no iba a ver nunca más. Aprendí a ocupar el teléfono sin ver, en la misma clínica. También comencé de inmediato a aprender braille. No me costó nada”, expresó el joven, quien reveló el complejo proceso quirúrgico al cual fue sometido para salvarle la vista. “Tuvieron que romper una parte del cráneo porque (los perdigones) quedaron en lugares muy difíciles“, sintetizó.

Al cierre de la conversación el medio citado, Gatica sostuvo que no se siente líder ni vocero de los movimientos sociales. “En una marcha me siento cómodo entre la gente, no quiero ir adelante con los dirigentes. No sé bien cómo afrontarlo, no fue algo que yo busqué. No quise ser un icono, pero para mucha gente quizás lo soy. Es raro, me llama la atención cuando la gente me da las gracias, pero soy feliz con el cariño que he recibido”, sentenció.

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