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En noviembre pasado el bar “Bar y Vuelvo” abrió sus puertas en pleno Barrio Italia (Providencia), en medio de todas las medidas sanitarias por la pandemia del coronavirus y en cinco meses nunca ha presentado casos de contagio de sus trabajadores ni sus clientes.

Es por ello que los anuncios de endurecimiento de la Fase 2 en el Plan “Paso a Paso” por parte del Gobierno fue un golpe, que el emprendedor gastronómico Jonathan Parra intenta resistir junto a sus compañeros del rubro.

“Fue una noticia super inesperada y a la vez dolorosa, porque a mayores restricciones, mayores restricciones tenemos nosotros como empleadores y la capacidad que tenemos de generar puestos de trabajo”, dice en entrevista con RadioAgricultura.cl.

“En un bar, por lo general, recibe a la gente desde el after office en adelante que es desde las 6 de la tarde, y por ende que un local tenga que cerrar a las 8 significa que deba dejar de vender a las 7 y a las 8 tener a todas las personas fuera, lo que te da un margen de una hora de venta”, lamenta Parra.

“Es completamente inviable y casi imposible de sostener un negocio de este tipo, cerrando a las 8 de lunes a viernes y el fin de semana cerrado”, asevera.

Iniciaron actividades en pleno de la pandemia ya sabiendo estos costos, ¿tienen plan de contingencia?

– Siempre nos hemos puesto en el peor escenario y tenemos un plan de contingencia para esta Fase 2. El tema es que no esperábamos una Fase 2 tan restrictiva en términos de horario. La primera negativa que vimos de parte del gobierno fue cuando se intentó restringir la música y con las nuevas restricciones es súper difícil. A lo que podemos apostar es a abrir más temprano y poder explotar esas horas de libertad que tenemos a partir de las 9 de la mañana donde vamos a empezar a ofrecer un servicio de cafetería. Vamos a dar café gratis a todos los que vayan a realizar labores o trabajar y consumir algo de la carta de Desayunos.

¿Han reducido personal?

– Una de las decisiones más dolorosas que ha traído estas restricciones ha sido no renovar alrededor del 50% de los contratos que se renovaban ahora el 15 de marzo, lo que ha dejado al 50% de nuestro equipo sin trabajo, debido a la inestabilidad que provocan este tipo de decisiones. No podemos mantener a 50 personas trabajando sabiendo que vamos a estar reducidos al 25% de lo que uno podría generar.

En lo cotidiano del Barrio Italia, ¿qué ocurrió tras el anuncio?

– Estas nuevas medidas provocan que hoy día (viernes) había avalanchas de personas saliendo que inundaron el barrio, porque sabían que era el último día que tenían para poder salir. Hoy la gente está prefiriendo el autocuidado porque si bien estas medidas buscan restringir la movilidad, la gente en el poco tiempo de libertad que tiene se moviliza, una especie de desesperación por disfrutar el poco tiempo que queda.

Y el sentimiento que hay en el Barrio… ¿has tenido contacto con los otros locatarios?

– En Barrio Italia tenemos una relación de gremio y que está a la cabeza Paulina Ureta. Somos alrededor de 300 emprendedores y pequeñas empresas. El sentimiento en general es de desesperación. Estamos viviendo todos el día a día. ¿Qué hacemos?, ¿De qué forma nos reinventamos? Porque si todos nos ponemos a vender café… Es un tema dominó en que cada local está tratando de salvar su negocio y las fuentes de ingresos de sus trabajadores.

¿Crees que estas medidas sanitarias funcionan?

– Todo esto nos hace caer en la desesperación de saber si efectivamente estas medidas funcionan, porque tuvimos una campaña de restricción donde estuvimos todo el verano en Fase 2 pero con más libertades y los contagios no disminuyeron. La pregunta es si acaso al gobierno le gusta la clandestinidad, porque todas estas medidas restrictivas lo único a que apuntan es aumentar los negocios ilegales, las fiestas clandestinas donde no hay ninguna medida de seguridad.

Claro, hay aglomeraciones en el Metro…

– Es tan fácil como salir a la calle y darte cuenta que las policías no dan abasto y entonces la fiscalización cada vez es menos. Me hace pensar como empresario del rubro que al gobierno le gusta la clandestinidad. Te aseguro que en los gimnasios y los restaurantes no han habido brotes de contagio. Es doloroso ver un Metro lleno y todas las aglomeraciones por cosas que la gente tiene que hacer, que tiene que trabajar.

Alguna vez se manifestaron por la restricción de la música, lo que finalmente se descartó y solo fue una recomendación. ¿Ahora también planean algo?

– Es doloroso que te prohíban escuchar música sabiendo que lo que está en el verdadero poder del Estado no se está haciendo como se debería hacer y castigar a terceros… Nosotros como rubro estamos cansados. Esta crisis la hemos sustentado todos los empresarios gastronómicos y a costa de créditos, porque la ayuda del gobierno ha sido cero. Va a llegar un momento en que el mundo gastronómico se va a rebelar, y pareciese ser que la única forma de hacerlos entender al gobierno es protestando en Plaza Italia o frente a La Moneda. Los llamados que se han hecho con educación no han sido escuchados. El Gobierno parece que trabaja mejor bajo presión.

En la práctica, ¿qué medidas sanitarias se aplican en el “Bar y Vuelvo” si alguien va a consumir?

-Aplicamos las medidas al pie de la letra. Dos metros de distancia entre las mesas, control de temperatura, alcohol gel y pediluvio en los zapatos. y máximo 6 personas por mesa. En estos cinco meses no hemos tenido casos de contagio en los trabajadores ni clientes. Hacemos trazabilidad donde todos nuestros clientes se anotan a través de una bitácora web, con su nombre y correo electrónico en caso de avisar si alguien haya sido diagnosticado de Covid-19. Las medidas cuando se toman y se utilizan, las medidas funcionan.

 

Fotos: Cedidas a RadioAgricultura.cl

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