Durante los últimos años hemos visto cómo la crisis sanitaria impactó en la salud mental de las personas, provocando un estrés muy particular como consecuencia. “El estrés laboral hace referencia a las respuestas fisiológicas, psicológicas y comportamentales que generan condiciones de trabajo en las cuales el empleado se encuentra inconforme para desarrollar sus labores diarias dentro y fuera de su trabajo, provocando efectos en la salud física y mental”, afirma el psicólogo experto de Psyalive, Oscar Julian Castañeda.
Según la encuesta de Plaza Pública, el estrés laboral aumentó 15 puntos desde el primer año de la pandemia, donde un 65% de las personas afirmaron comenzar a sentir estrés laboral. Esto es el resultado de “factores estresores”, que principalmente son “la posibilidad de contagiarse”, “perder el empleo” y “la situación económica de las personas”, según el informe de ACHS y UC “Termómetro de la salud mental en Chile”.
Por ello, la mayoría de las personas esperan la época veraniega para vacacionar o tener un descanso, pero esto no soluciona el problema de salud. De hecho según la encuesta Ranstad, un 26% de las personas presenta angustia durante su descanso por pensar en volver a la rutina, mientras un 25% lucha con preocupación de pensar en las responsabilidades que se han acumulado durante el tiempo de ausencia.
De acuerdo a esto, Castañeda enfatiza que, “puede que las vacaciones sean solo una pausa al problema principal que genera el estrés. Ahora, es importante aclarar que en el marco de la pandemia nuestros tiempos de descanso deben ser un tema de interés primordial en la vida de las personas, el desarrollo humano de las empresas e incluso las relaciones familiares, pues al llevar el trabajo a la casa nos hemos obligado a mezclar espacios que, sin quererlo, se han invadido el uno al otro y en gran cantidad de ocasiones no se han tenido los recursos suficientes para saber diferenciarlos.”
Esta alza no solo afecta a los trabajadores, quienes mantienen este sentimiento, sino que para las organización también representa un costo importante. Según información de la OMS y I-Who, algunos de los efectos en empresas son, el aumento del absentismo, menos dedicación al trabajo, aumento de quejas de usuarios, deterioro de la imagen institucional, entre otros.
Si bien el estrés no se cataloga como una enfermedad ni un sentimiento irreparable, sí afecta al bienestar personal, por lo que el profesional recomienda que“hagas valer el tiempo libre y que lo aproveches de manera productiva para ti”. Siempre son recomendables actividades que impliquen movimiento, la práctica de deportes, actividades artísticas o extracurriculares que impliquen concentrarte en algo distinto al trabajo y, aunque eso suene sencillo, también es importante aclarar que dicho estrés puede seguir avanzando, por eso es recomendable siempre el acompañamiento de profesionales”, finaliza Castañeda de Psyalive.