Durante la noche de ayer, Bad Bunny dio inicio a su primer concierto en nuestro país con su gira “World’s Hottest Tour” en el Estadio Nacional, mismo lugar donde anteriormente se registraron incidentes en la actuación de Dadddy Yankee.
Por ello, en esta oportunidad las medidas seguridad se duplicaron, y una forma de poder controlar la reventa abusiva de entradas o falsificación de estas, fue nominar los tickets antes de los ingresos. Acción que se podría seguir implementado en un futuro, pues tuvo una buena evaluación, indicaron desde la productora a cargo del evento.
Cerca de las 14:00 horas comenzaron a abrir las puertas en el recinto de Ñuñoa, “la gente comenzó a entrar muy tranquila, hay más de 55 mil personas, los flujos fueron super fáciles, expeditos, no hubo ningún tráfico en la salida y entrada de gente”, sostuvo Alfredo Alonso, director de la productora Bizarro.
Pese a que un grupo de aproximadamente 80 personas intentaron entrar al lugar a la fuerza con el método de “avalancha”, personal policial pudo controlar la situación, ya que “se hizo un trabajo con todo el equipo, junto a carabineros y todas las autoridades, con estos grupos de WhatsApp que se estaban organizando para hacer turbas, para hacer daño. Se pudo contener todo, teníamos mucha información“, contó Alonso.
Por su parte, Daniel Merino, productor del evento, manifestó que en esta ocasión “tuvimos una mejor coordinación con el Gobierno, desde el punto de vista de las policías, lo que permitió que hoy tuviéramos un buen control del orden público previo al ingreso del estadio”.
Acciones legales por avalancha en primer concierto de Daddy Yankee
Un mes ha pasado desde la primera presentación del “Big Boss” en Chile, donde más de cuatro mil personas ingresaron de manera violenta al Estadio Nacional, hechos que terminaron con personas heridas, y fanáticos que contaban con sus entradas no pudieron ingresar al recinto debido a la turba.
Al respecto, desde la productora Bizarro informaron que están en un proceso de demanda contra todos quienes resulten responsables.
“Nosotros teníamos más de 30 cámaras que grabaron todo lo que pasó, hay rostros de las personas, hay información, números de teléfonos de quienes se organizaron en los grupos de Whatsapp”, señaló Alonso.
“Hay que aprender que cuando uno hace algo, no puede sentir que queda impune, sino que tienen que haber acciones que garanticen que estas cosas no vuelvan a pasar”, finalizó el director de la productora.