La diputada de Renovación Nacional (RN), Camila Flores, está solicitando la intervención de la autoridad, en este caso el Ministerio de Energía y la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) -que depende de esta secretaría ministerial- para que tome cartas en este asunto que está afectando a cerca de 630 mil clientes en su zona de concesión, lo que la convierte en uno de los mayores actores del mercado nacional, tanto por venta de energía como por número de usuarios.
En concreto, la congresista por la Región de Valparaíso está planteando cambios a las normativas y leyes que rigen a las compañías de distribución de electricidad en todo Chile para que existan obligatoriamente canales de pago físicos en establecimientos, pues no todo el mundo cuenta con herramientas (computadores o celulares inteligentes), conocimientos para acudir a plataformas virtuales o en caso de fallas de los sistemas digitales, situación que afecta sobre todo a los adultos mayores.
“Considero que es impresentable que la compañía de distribución eléctrica de casi la totalidad de la región, abarcando las provincias de San Antonio, Petorca, Valparaíso, San Felipe, Quillota, Marga Marga y Los Andes, no esté obligada por la normativa a contar con cajas propias recaudadoras en las sucursales en las que atiende público. Además, la regulación no les exige a estas compañías contar con sucursales en las comunas en las que prestan algún servicio”.
La diputada Flores está evaluando reunirse con las autoridades antes mencionadas con el fin de manifestar su preocupación por esta situación y exigir la obligación de sucursales de las empresas de distribución de electricidad y de contar con cajas recaudadoras en estos establecimientos físicos.
Recordar que en el pasado, Chilquinta permitía el pago en su propia página y entregaba diferentes opciones a sus clientes a través de tarjeta de débito, crédito, sin embargo estas opciones actualmente no funcionan impidiendo el pago de sus clientes en forma directa con la compañía teniendo que acceder a terceros con una modalidad distinta y mucho más engorrosa, que incluso considera en algunos casos estar inscrito con nombre de usuario y contraseña en estos recaudadores externos.