Durante estos días, la reforma previsional sumará un nuevo tema a la tramitación que se está desarrollando en la Cámara de Diputados; a saber, el diseño de un seguro de rentabilidad de las pensiones, que apuntaría al pilar solidario de la reforma.
Este seguro se pretende que sea incluido en la cotización, con la intención de reducir riesgos de inversión de los fondos y asegurar que los chilenos no vean disminuido su ahorro previsional. Si bien esta iniciativa parece razonable por los fines que lleva implícitos, ha generado una amplia discusión.
En primer lugar, uno de los aspectos más críticos es la dificultad para cuantificar el costo del seguro, ya que sería necesario predecir posibles crisis financieras, proyectar rentabilidades y plazos de los retornos del seguro.
Por otra parte, dificulta que un seguro de estas características no sea del todo compatible con el actual sistema de multifondos: invertir en el sistema actual ─que da libertad para cambiar de fondos y de renta variable─ tiene una cuota no menor de riesgo y, por lo tanto, el seguro podría llegar a tener altos costos, tal como lo han advertido las AFPs.
En tercer lugar, aun cuando este seguro sea capaz de aumentar la certidumbre sobre el ahorro previsional, sus resultados se proyectan para el largo plazo, de manera que no contribuiría a resolver el problema de las bajas pensiones que enfrentan hoy los adultos mayores.
En definitiva, pese a las eventuales ventajas que traería incluir un seguro en nuestras pensiones contra los vaivenes del sistemas financiero, sería prudente que la discusión legislativa pondere adecuadamente las dificultades que esta política implica. De igual modo, es recomendable ver la experiencia de Suiza, Colombia y de otros países de la OCDE en esta materia para identificar cómo han compatibilizado la tensión entre la mayor certidumbre en la pensión final y los costos administrativos. Y es que frente a la complejidad de la reforma que se está tramitando, lo recomendable será siempre no hacer política a ciega; mucho menos, cuando se trata de las pensiones de los adultos mayores, de hoy y del futuro.
Marioly Torres
Investigadora IdeaPaís