Agencia UNO
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La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados recibió este lunes a tres gremios de la Salud, continuando con las sesiones para escuchar a representantes de los trabajadores, quienes han denunciado vivir un agotamiento mental y físico, por la enorme carga laboral que ha implicado la segunda ola del COVID-19.

Tras las exposiciones de representantes de CONFEDEPRUS, FENASENF y el Sindicato de Trabajadores a Honorarios de la Municipalidad de Los Ángeles, los parlamentarios integrantes de la instancia llegaron a diversos acuerdos, que buscan entregar soluciones a las y los funcionarios.

Primero, se acordó intentar establecer una Mesa de Trabajo con el Ejecutivo, para ver cómo se puede mejorar la Ley de Alivio 2021 en un plazo breve, de manera de poder incluir a trabajadores a honorarios.

Además, se acordó enviar un documento formal, que contiene 13 demandas y 27 propuestas, a los ministros Enrique Paris y Rodrigo Cerda, para que estos se pronuncien sobre las posibles soluciones y sus presupuestos respectivos. En este sentido, a la sesión de este martes están invitados el ministro de Salud y el subsecretario de Hacienda.

El presidente de la Comisión, diputado Miguel Crispi (RD), expresó la necesidad de brindar respuestas concretas a las y los trabajadores de la salud, “quienes más que héroes, son personas que cuidan personas y que necesitan garantías básicas para realizar su trabajo”, indicó.

“Hay una sensación de profundo agobio, desazón, angustia, que además se contrapone con la dimensión humana de las y los trabajadores, de querer estar ahí para seguir dando la pelea. Necesitan que se les garantice ciertos derechos, para no ser la carne de cañón de un país que los pone ahí en la primera línea, para reventarlos. Los gremios no están pidiendo ningún imposible y debemos ser capaces de entregar soluciones”, agregó el diputado.

Por su parte, la presidenta de la CONFEDEPRUS, Margarita Araya Flores, quien explicó que más del 60% de los trabajadores está con burnout severo y que el 90% dice sentirse agotado emocionalmente a razón del trabajo, insistió en que estas demandas son “urgentes y no antojadizas. Nuestros trabajadores necesitan dignidad para trabajar”.

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