El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD), dice estar por el Apruebo para el plebiscito del 4 de septiembre, sin embargo, cree que el día después debe haber un nuevo acuerdo político.
En entrevista con “La Mañana de Agricultura”, el parlamentario dijo que votará por la nueva Constitución “porque creo que nos da un piso superior respecto del cual partir con posterioridad, que es el Estado Social Democrático de Derecho, que para nosotros es muy relevante”.
No obstante, el día posterior a la votación, aseguró que “vamos a necesitar grandes y transversales acuerdos para dar estabilidad y gobernabilidad a un Chile que va estar dividido y polarizado“. Por ello, dice que se requiere que los sectores políticos vuelvan a conversar.
En ese sentido, dijo que “si gana el Apruebo vamos a necesitar dar viabilidad política y legislativa a la implementación de la nueva Constitución y también a las adecuaciones, correcciones y mejoras que se haga necesario hacer”.
Por el contrario, “si llega a ganar el Rechazo, como muchas encuestan están hoy señalando, tendremos que hacernos la pregunta o, más bien, hacerle la pregunta al Presidente Gabriel Boric, ¿va a seguir gobernando durante tres años más con una Constitución que fue rechazada por el 80% del pueblo de Chile? La respuesta evidente a esa pregunta parece ser no. Entonces, tendremos que preguntarnos cómo seguimos hacia adelante con un nuevo camino de cambio constitucional“.
Adempas, Soto recordó que “el Presidente Gabriel Boric, el 30 de junio desde Arica, se abrió a la posibilidad de hacer correcciones y mejoras al texto en caso de aprobarse“.
“El Presidente de la República, Gabriel Boric, es quien debiera encabezar un eventual acuerdo postplebiscito, porque evidentemente que lo que requerimos es la mayor unidad posible, y para eso tiene que estar dispuestos todos los sectores políticos, como ocurrió el 15 de noviembre”, dijo.
“Lo que no puede ocurrir, sin duda alguna, es que nos quedemos como clase política inmovilizados ante la decisión del 4 de septiembre y tengamos una Constitución aprobada que va a ser muy difícil de implementar o un gobierno con una Constitución ilegítima, que ha sido desechada por el 80% de los chilenos. Eso significaría una crisis y no queremos una crisis nuevamente“, concluyó.