“Es una ley que tiene 10 años, pero que no tiene ninguna sanción”, fue parte de lo que comentó Bernardo Navarrete, Presidente del Consejo para la Transparencia, en relación a la Ley del Lobby que está en discusión durante el último tiempo.
Sus palabras surgieron en “La Entrevista de Alejandro de la Carrera“, un programa de Radio Agricultura.
La conversación se centró en la Ley del Lobby, que lleva en vigencia una década, pero según las revelaciones, presenta notables imperfecciones, especialmente en la ausencia de sanciones efectivas.
En la charla, se debatió sobre las debilidades específicas que existirían en el ámbito del lobby en el país.
“El gobierno entregó una estrategia nacional de integridad pública, pero en el capítulo de lobby, una ley perfectamente imperfecta, que nadie controla, que no tiene sanción y que hoy nos damos cuenta de que esa ley debería modificarse. En esta ley se reconoce que no hay sanciones”, argumentó Navarrete sobre la situación.
Se exploraron contradicciones entre la exposición de ministros en el Congreso y reuniones menos reguladas en las casas de lobbistas, destacando la falta de regulación y control en este último escenario.
La visión de Bernardo Navarrete
El caso del departamento de Pablo Zalaquett se presentó como un punto central de la discusión, generando preguntas sobre posibles ganancias económicas y la verdadera naturaleza de las reuniones.
En esta línea, el conductor del programa le consultó por la visita de la ministra Tohá a la casa de Zalaquett.
“Me costaría entender que un ministro fuera a una reunión sin una minuta, porque el tiempo es un valor escaso y además, puedo presumir que quien estaba invitándome está ganando dinero con ello“, inició replicando.
Luego concluyó: “Me costaría entender esta idea de que el departamento de Zalaquett es la casa de todos los chilenos donde nos reunimos a discutir los grandes problemas nacionales, cuando en estricto rigor ahí ocurrió un juego de intereses“.
Por otro lado, Navarrete también reconoció: “(Zalaquett) logra lo que ninguno de los chilenos puede hacer, que es convocar a su departamento a personas que voluntariamente para discutir problemas del país concurren a eso. Debe ser de los casos más excepcionales, la lista ha ido creciendo”.