AFP PHOTO / NORBERTO DUARTE
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Actualmente se comparte una gran cantidad de información en esta y otras plataformas; incluyendo fotos familiares, videos e incluso opiniones políticas, confiando en que la información estará resguardada y no será utilizada para otros fines o compartida con terceros. Sin embargo, ocurre que esos datos se traspasan fácilmente a lo público.

Facebook puede utilizar la información para su modelo de negocios, tal como ocurrió con el caso de Cambridge Analytica, a quien entregó información de 50 millones de usuarios, supuestamente con fines investigativos, con el fin de generar tendencias y estrategias efectivas para influir en la opinión del público. Esta situación tiene en la palestra a la compañía fundada por Mark Zuckerberg, derivando en la desconfianza de los usuarios y alertando a las autoridades de distintos países alrededor del globo.

Para que las personas puedan mantener la privacidad de sus datos en internet, Luis Ramírez, académico de la Escuela de Ingeniería en Informática de la Universidad Bernardo O’Higgins entrega 8 recomendaciones:

Consentimiento informado: Cada vez que Facebook dispone de la información de un usuario, lo hace con lo que se llama “consentimiento informado”, cuando el usuario realiza acciones dentro de sus redes sociales y acepta las condiciones del contrato. Un gran detalle es que nadie lee esta “letra chica”, con lo que le está dando permiso a la aplicación para utilizar los datos del perfil. Facebook vive de la venta de datos de las personas a través de la publicidad, y se estima que un 70% del negocio de la red social se basa en este modelo, al que en su mayoría tienen acceso universidades, empresas y anunciantes.

Términos y condiciones: El 80% de la seguridad de la información es responsabilidad del usuario por lo que las personas deben leer hasta los términos y condiciones de cualquier aplicación que utilicen para tener certeza de que no están entregando su privacidad de manera fácil.

Conexión a internet segura: Otro de los puntos claves según el académico, es contar con una conexión a internet de buena calidad para evitar que la señal se pierda y que al desconectarse la persona corra el riesgo de que sus datos queden flotando en la red.

Evitar la información sensible: Es recomendable no gestionar traspasos de dinero o compartir información sensible a través de redes de conexión pública. Esto porque, debido a su carácter comunitario, son más vulnerables al robo de datos.

Contraseñas: Se debe tener cuidado con las contraseñas que se utilizan. Idealmente se deben combinar letras y números, y cada 6 meses deben ser cambiadas, asegurando de esa forma que no puedan ser deducidas fácilmente.

Cibercrimen: En Chile existen legislaciones que limitan el acceso a la información privada, que dibuja la línea divisoria entre lo público y lo privado. Sin embargo, para llegar a un resultado esta ley depende mucho de las personas, debido a que son los usuarios los que definen cuánta información se comparte y cuánto se deja entrar a las personas al mundo privado. Cuando una persona se siente transgredida, puede denunciar e instar a las autoridades dedicadas a investigar cibercrimen.

Fishing: Existen herramientas que se pueden utilizar para proteger los datos que generalmente están asociadas a los antivirus, tanto para los computadores como para los dispositivos móviles. Estos programas defienden a los usuarios del “Fishing” o suplantación, donde se falsifican páginas web para engañar a las personas y obtener sus datos.

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