Agencia Uno / Referencial
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El bullying o acoso escolar y el cyberbullying causan más de 200.000 muertes al año en el mundo.

Este se define como un comportamiento negativo, intencionado y repetitivo, implicando un desequilibrio de poder social o físico.

El acoso a estudiantes puede ocurrir en diversos entornos, pero es especialmente preocupante cuando sucede en el contexto escolar.

Este comportamiento puede afectar el rendimiento académico, influir en la asistencia e incluso contribuir a la deserción escolar.

Estas consecuencias no solo recaen en aquellos que son víctimas del acoso o lo perpetran, sino también en aquellos que son testigos de estas situaciones.

¿Y qué pasa en Chile con el bullying?

En nuestro país, la situación es la siguiente: De acuerdo a la ONG internacional Bullying sin fronteras, entre 2020 y 2022 se registraron casi 6 mil casos graves en Chile.

De ellos, 2.516 de los casos sucedieron en la Región Metropolitana, considerada como una de las zonas del país con más casos registrados en el período señalado.

A la vez, de acuerdo al estudio “Efectos de la pandemia en el bienestar socioemocional de los niños y adolescentes en Chile y en el mundo” difundido en marzo de 2023 por Centro de Estudios Públicos Chile (CEP CHILE) reveló conclusiones que evidencian este contexto.

“El cierre de los establecimientos educacionales y otras consecuencias de la pandemia conllevaron un deterioro en la salud mental de niños y adolescentes en Chile y el mundo”

“Para quienes las interacciones sociales y el juego son un aspecto fundamental de su desarrollo socioemocional”, indicó la investigación.

En este sentido, las escuelas y los docentes desempeñan un papel crucial en la prevención y abordaje del bullying en las clases.

Francisca Sáez, Directora Ejecutiva, Corporación Educacional Eventuras, especializada en aprendizaje, explicó este negativo fenómeno.  

“Numerosos estudios sostienen que las dinámicas sociales y las habilidades socioemocionales influyen en la participación de los estudiantes en conductas de acoso escolar y determinan la identidad de víctimas y victimarios”.

“Las secuelas del bullying pueden perdurar hasta la adultez, manifestándose en forma de depresión, ansiedad y aislamiento en aquellos que fueron víctimas”.

“Asimismo, los estudiantes que perpetran el bullying también experimentan consecuencias, ya que muchos de ellos enfrentan un elevado riesgo de abuso de sustancias, bajo rendimiento académico y otras adversidades”.

Tips para que profesores en las aulas pueden contribuir a frenar el bullying

De manera paralela, la profesional de Eventuras comparte las siguientes recomendaciones para docentes:

  • Crear un ambiente seguro y positivo
  • Establecer expectativas claras de comportamiento desde el principio del año escolar.
  • Fomentar el respeto mutuo y la empatía entre los estudiantes.
  • Asegurarse de que los estudiantes se sientan seguros al expresar sus preocupaciones.

Educación y concienciación:

  • Incorporar programas educativos enfocados en educación socioemocional que aborden el bullying y promuevan la empatía.
  • Facilitar discusiones en clase sobre el impacto del bullying y cómo prevenirlo.
  • Enseñar habilidades sociales y de resolución de conflictos.

Supervisión e intervención:

  • Estar atentos a las señales de bullying y tomar medidas inmediatas cuando se identifiquen casos.
  • Investigar cualquier informe de bullying de manera imparcial y justa.
  • Colaborar con otros profesores, personal escolar y padres para abordar el problema de manera integral.

Promover la inclusión:

  • Fomentar la participación de todos los estudiantes en actividades escolares.
  • Trabajar para prevenir la exclusión social y promover la diversidad y la aceptación.

Modelar comportamientos positivos:

  • Los profesores pueden servir como modelos a seguir al demostrar respeto y empatía en sus interacciones con los estudiantes.
  • Evitar comportamientos que puedan perpetuar el bullying, como el favoritismo.

Fomentar la comunicación abierta:

  • Crear un ambiente en el que los estudiantes se sientan cómodos compartiendo sus preocupaciones.
  • Estar disponible para escuchar a los estudiantes y proporcionar apoyo cuando sea necesario.

Colaborar con los padres:

  • Mantener una comunicación abierta y regular con los padres sobre el comportamiento y el rendimiento de sus hijos.
  • Trabajar en conjunto con los padres para abordar el bullying y desarrollar estrategias de apoyo.

Implementar políticas escolares contra el bullying:

  • Apoyar y hacer cumplir las políticas escolares diseñadas para prevenir el bullying.
  • Participar en la formación continua sobre el manejo de situaciones de bullying.

Fomentar la empatía y la comprensión

  • Desarrollar actividades que promuevan la empatía y la comprensión de las experiencias de los demás.
  • Incentivar la tolerancia y el respeto hacia las diferencias individuales.

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