Luz blanca en los semáforos / Referencial
Luz blanca en los semáforos / Referencial
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En una movida que promete revolucionar la señalización vial, las ciudades españolas están a punto de introducir una innovación en los semáforos: una cuarta luz de color blanco.

Esta innovación, aunque pueda parecer menor, tiene un propósito específico y altamente funcional, dirigido a mejorar la fluidez y seguridad en las calles.

Hasta ahora, los semáforos han sido un elemento fundamental en la regulación del tráfico, con sus tres colores tradicionales: rojo, para detenerse; amarillo, como advertencia; y verde, para avanzar.

Sin embargo, la nueva luz blanca está destinada a una función especial. Según informa el prestigioso Diario de Navarra, esta luz no se aplicará a todos los vehículos, sino que estará dirigida exclusivamente a tranvías y autobuses de líneas regulares.

Los motivos de esta innovación

La necesidad de esta luz surge en situaciones donde estos vehículos no disponen de carriles exclusivos y deben compartir la vía con el resto del tráfico.

Este sistema permitirá una mejor coordinación y eficiencia, reduciendo los tiempos de espera y aumentando la seguridad para todos los usuarios de la vía.

El Código de Circulación en España ya ha dado el visto bueno a esta innovación. Según el artículo 148, apartado 2, la luz blanca en los semáforos será una señal exclusiva para tranvías y autobuses, excepto en casos donde existan carriles reservados para estos o para una combinación de autobuses, taxis y otros vehículos.

Barcelona se ha adelantado en la implementación de esta novedad, introduciendo la luz blanca en algunos de sus semáforos más transitados.

El objetivo es claro: mejorar la regulación del tráfico y ofrecer una mejor experiencia tanto a conductores como a peatones.

Este avance en la señalización vial es un claro ejemplo de cómo la innovación y la adaptación a las necesidades cambiantes de la movilidad urbana pueden contribuir significativamente a una mejor gestión del tráfico.

Con la introducción de la cuarta luz en los semáforos, España se posiciona una vez más como un país pionero en la búsqueda de soluciones inteligentes para la vida urbana.

Orígenes de los Semáforos

Para apreciar plenamente la introducción de esta cuarta luz en los semáforos, es interesante echar un vistazo a la historia de estos dispositivos, cuyo origen se remonta a más de un siglo atrás.

Los semáforos, tal como los conocemos hoy, son el resultado de una evolución continua en respuesta a las necesidades cambiantes de la regulación del tráfico.

El primer semáforo registrado en la historia fue instalado en Londres, cerca del Parlamento, en 1868.

Este dispositivo era bastante rudimentario en comparación con los modernos sistemas de señalización. Operaba con lámparas de gas y se manejaba manualmente por la policía. Sin embargo, este primer intento terminó en desastre cuando una de las lámparas explotó, hiriendo al policía que la operaba.

A pesar de este temprano revés, la idea de controlar el tráfico mediante señales luminosas ganó terreno. En 1912, en Salt Lake City, Utah, se instaló el primer semáforo eléctrico, pero fue en 1920 cuando se instaló en Detroit el primer semáforo con las tres luces que hoy conocemos: rojo, amarillo y verde.

Desde entonces, los semáforos han evolucionado para convertirse en una herramienta esencial en la gestión del tráfico urbano, adaptándose a las necesidades de seguridad y eficiencia de los crecientes volúmenes de vehículos y peatones.

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