El pasado 23 de enero Colo-Colo se coronó campeón de la Supercopa tras vencer por 2-0 a Universidad Católica. El encuentro jugado en el Estadio Ester Roa de Concepción se vio empañado por los incidentes entre barristas de ambos equipos, los cuales obligaron a interrumpir el partido por varios minutos.
Cuando el compromiso pasaba la media hora de juego, fanáticos albos y cruzados comenzaron a lanzarse objetos y trataron de botar las vallas papales que separaban al público mientras jugadores de uno y otro equipo intentaban calmar los ánimos.
Finalmente los conflictos continuaron y las Fuerzas Especiales de Carabineros debieron intervenir para disipar a los barristas que se enfrentaban en las tribunas.
A casi siete meses de lo ocurrido, la ANFP recibió una millonaria multa por parte de la Delegación Presidencial de la Región del Bío Bío debido a los incidentes en el Ester Roa Rebolledo. De acuerdo a la información de Deportes en Agricultura, el ente rector del fútbol chileno fue sancionado con una multa de 1000 UTM, es decir, cerca de 59 millones de pesos.
En el documento al que tuvo acceso Deportes en Agricultura se consignó que los incidentes que tuvieron lugar en el reducto de Concepción durante la realización de la Supercopa son los siguientes:
1. Generación de reventones de las puertas de acceso Galería Sur y Tegualda.
2. Vulneración de los accesos del estadio por parte de asistentes en todos los sectores del recinto deportivo.
3. Invasión a la pista atlética y al terreno de juego por parte de asistentes al estadio.
4. Ingreso de elementos prohibidos como lienzos, pirotecnias y a lo menos un arma blanca.
5. Ocurrencia de riñas y desórdenes masivos resultando una persona herida con un arma cortopunzante.
6. Destrucción de estructuras interiores del estadio Estadio Ester Roa Rebolledo.
Por último, el escrito detalló que la ANFP, organizador del evento, incumplió y vulneró las obligaciones prescritas en los artículos 3º letra a), 6º inciso 4º y 7º de la ley 19.327.