Costó, pero el fichaje de Antony al Manchester United se concretó. El brasileño hizo todo lo posible para arribar al cuadro inglés y lo hizo al cierre de la ventana de fichajes, transformándose en la transacción más cara de ese periodo por lo 85,5 millones de euros que pagaron los Diablos Rojos.
Con esta increíble cifra es poco lo que le puede faltar al brasileño, a diferencia de la infancia que vivió, envuelto en la pobreza y las penumbras de las favelas de su país. Así lo explicó el ex Ajax en su última entrevista con el medio Sky Sports.
“No tenía dormitorio, dormía en el sofá. No tenía botas para jugar al fútbol. Vivía en pleno centro de la favela. A veinte metros de mi casa había narcotraficantes. A veces, estabas viendo un partido un domingo y había ese olor, un olor a cannabis entrando en la casa”, explicó el futbolista de 22 años.
Además, añadió que “hubo momentos en mitad de la noche que estábamos sacando agua de nuestra casa inundada, pero lo hacíamos con una sonrisa en la cara. De hecho, había momentos que mi hermano, mi hermana y yo llorábamos y nos abrazábamos pensando en nuestras vidas”.
Por lo mismo, el delantero quiso dedicarles a ellos su primer gol con la camiseta roja del United: “Ese gol fue para mi familia y la afición. Cuando vi la red hincharse y los fanáticos de pie vitoreando, fue muy emotivo. Se me puso la piel de gallina”.