España se ha convertido en nuevo destino de inversión: un país que reúne todos los atributos para ser la puerta de entrada a las inversiones inmobiliarias.
Esto, porque sus proyectos, orientados fuertemente a la demanda internacional y no solo de compradores europeos, sino que también estadounidenses y latinoamericanos.
El país ibérico, según Forbes, ocupa el primer lugar como elección de calidad de vida, es el segundo destino más visitado del mundo, con más de 84 millones de llegadas de extranjeros anualmente, lo que impulsa aún más la demanda de viviendas.
Asimismo, durante el año 2022, España marcó un récord con la venta de 650.000 unidades, la cifra más alta desde 2007.
En particular, la Comunidad de Andalucía es la que registra el mayor número de transacciones anuales de viviendas, explicado fundamentalmente por los atractivos de la Costa del Sol, que aglutina las preferencias de demanda de compradores extranjeros, destacando sus destinos consolidados, como Málaga y Marbella, referenciados como de las mejores ciudades para vivir en Europa.
“En estas zonas sigue aumentando la demanda en la categoría de viviendas de lujo, cuyo público ya no solamente ven la Costa del Sol como un destino vacacional, sino también la escogen como opción de vivienda habitual”, afirma Patricio Rojas, director de KPC España, empresa de origen chileno cuyos socios llegaron con proyectos inmobiliarios a España hace 10 años.
Ante esta alta demanda, que superó las 550.000 unidades este año 2023, la oferta de viviendas escasea, lo que ha impactado en un aumento constante en sus precios, con atractivas tasas de retorno para los inversionistas de este mercado.
Inversiones y oportunidades en España
Es así como, los inversionistas están focalizando estas oportunidades en España y apuestan cada vez más por proyectos residenciales en ciudades costeras del borde del mediterráneo, desde Málaga hasta Sotogrande.
“Para los inversionistas, España es la puerta de entrada a la Unión Europea y sus casi 450.000 millones de habitantes”, dice Rojas.
Las ventajas comparativas de España en el contexto mundial, como el clima, la hiperconectividad internacional, la seguridad institucional, trascendencia histórica, su recuperación económica pospandemia, el alza del empleo y el auge del turismo, son factores que la posicionan como un país ideal para las inversiones en el sector inmobiliario.
Lo anterior no ha dejado indiferentes a inversionistas chilenos que, en los últimos cuatro años, han visto este mercado como opciones seguras, estables y con bajos niveles de incertidumbre, para rentabilizar su capital.
“Ven en España un refugio seguro y confiable, al tener una demanda atomizada y creciente”, aclara Rojas, cuya empresa actualmente lidera dos proyectos residenciales del segmento de lujo, con una inversión superior a 50 millones de euros.
“Las ventajas del entorno de inversión en España, que incluyen un marco jurídico y normativo alineado con el chileno, una arraigada tradición de relaciones empresariales, la oportunidad de diversificación en euros y una robusta seguridad financiera, son aspectos cruciales que aprecia cualquier inversionista”.
Así lo destaca Cristian Valdivieso, arquitecto y empresario, quien, confiando en estos factores, ha decidido canalizar sus inversiones en la próspera región de la Costa del Sol.