La Seremi de Salud de Valparaíso clausuró el tradicional Bar Inglés de Valparaíso por problemas sanitarios. El mítico establecimiento de la bohemia porteña había reabierto sus puertas en julio del año pasado, pero con esta medida el dueño el cierre definitivo
En declaraciones a El Mercurio de Valparaíso, el seremi Francisco Álvarez señaló que en el lugar se constataron “una serie de falencias de tipo sanitarias, entre ellas, evidencia de vectores en distintos puntos del local, instalaciones eléctricas en malas condiciones, suciedad generalizada y alimentos con inadecuado almacenamiento. Por lo anterior, se determinó la prohibición de su funcionamiento, hasta que se resolvieran estas observaciones”.
Sin embargo, el local siguió funcionando, lo que significó la clausura inmediata. Además, en la nueva visita realizada ayer martes se constató “gran cantidad de vectores (ratones). Además, en un sector cercano a la cocina se verifica la existencia de una cámara elevadora de aguas servidas, sin protección, generando un foco adicional de riesgo sanitario”, añadió el seremi.
Por su parte, Marcos Hume, dueño del bar, señaló al diario que “por muchas exigencias que haga la Seremi de Salud respecto al local, y a la propiedad en sí misma, son imposibles de cumplir. Es un inmueble que tiene más de 100 años y lo que quiere el seremi, tal como dijo la inspectora, es un quirófano en la cocina y eso es imposible en estas propiedades”.
Sobre la presencia de vectores, respondió que “es imposible en Valparaíso que no entre un ratón a una propiedad o restaurante en las noches. Nosotros cumplimos todos los meses con un control de plagas”.
Asimismo, calificó la medida como desproporcionada. “Yo arriendo ahí. Y el dueño, que es un chino, no está dispuesto a poner un peso. Es imposible hablar con él al respecto, se niega absolutamente”, dijo, para finalmente advertir que “estoy pensando en cerrar permanentemente el local”.