convención constituyente
Agencia Uno
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La Convención Constitucional está viviendo semanas marcadas por las decisiones que se han tomado al interior del órgano, generando polémica e incertidumbre en distintos mundos, tras la aprobación de diferentes normas que darán cuerpo a la nueva Carta Magna del país.

En esa línea, el historiador y docente de la Universidad San Sebastián, Alejandro San Francisco, se refirió sobre este proceso constituyente que vive el país en ‘Nuevas Voces con Tomás Bengolea’ de Agriculturaindicando que la forma de analizar los procesos históricos “es precisamente en su contexto corto y largo”.

“Si uno analiza lo que ocurrió esta semana y la pasada, evidentemente va a tener material para un noticiario, pero no tendrá comprensión histórica”, sostuvo en el espacio radial el también director de formación del Instituto Res Publica. 

En ese contexto, señaló que le llama la atención que en Chile “hay mucha comprensión económica”, pero, en cambio, la “comprensión política e histórica es más lenta la sociedad, el mundo político particularmente”.

El debate que se hace al interior de la Convención Constituyente, es en el contexto de la Convención que actúa en un proceso revolucionario. Lo que vivimos el 18 de octubre de 2019 fue una revolución y en la semana siguiente en noviembre la revolución constituyente a partir del Acuerdo por la Paz y la nueva Constitución. Y los procesos siguientes: Electorales, plebicitarios y la refundación anunciada por la primera presidenta de la Convención van en la misma dirección”, explicó.

Y añadió que “estos procesos no son unilineales en la historia, pero me parece que la primera idea que hay que tener claro es que esta es una Convención Constituyente en el Chile del 2019 en adelante, no en cualquier escenario político nacional“.

Proceso revolucionario

Sobre quién define si este proceso de la Convención Constitucional es transformador o revolucionario, el historiador San Francisco dijo que “es discutible”, aunque siempre ha sostenido que es revolucionario. “Esto lo sostiene personas de distintos grupos sociales e intelectuales, de distintas formaciones”, dijo.

Sobre si estamos ante un proceso constituyente originario, el académico respondió que “evidentemente que no”, sino que “es un constituyente derivado del 15 de noviembre de 2019, pero un poder constituyente en que algunos se sumaron voluntariamente, otros bajo una rendición constitucional y otros por la fuerza de la violencia que había en las calles”.

Para San Francisco este proceso revolucionario contempla elementos de esa definición, pero le falta el resultado, es decir, “el cambio profundo de la estructura”.

Por eso, la mayoría de las revoluciones exitosas son violentas, no todas obviamente, porque efectivamente esto le pone un acelerador a la historia: Revolución Francesa y Bolchevique. Una excepción son las revoluciones de 1989 en la Europa Oriental, cuando sin violencia se derrumba los regímenes comunistas que existían desde la Segunda Guerra Mundial en adelante en la mayoría de los países y desde 1917 en la Unión Soviética”, comentó.

Esto no excluye que haya sido un estallido, que haya sido una revolución popular y no excluye otras formas de denominación“, cerró.

Revive aquí el momento en ‘Nuevas Voces con Tomás Bengolea’:

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