En conversación con El País, el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, se refirió a la continuidad del proceso constituyente, tras el triunfo del Rechazo al proyecto de Carta Magna presentando por la convención.
“Desde el punto de vista formal, la actual Constitución sigue vigente, pero hay un mandato ciudadano para reemplazarla. La campaña del rechazo consistió en un compromiso para avanzar hacia una nueva Constitución que se expresó en el lema ‘ni la una ni la otra’. Ahora corresponde que el Congreso apruebe una reforma constitucional que habilite continuar con el proceso constituyente“, aseguró.
Sobre el mecanismo, el senador destacó que “para que el nuevo texto tenga legitimidad, la voz del pueblo debe ser respetada y escuchada. Y debemos tener un diálogo inclusivo para incorporar distintas miradas, porque una Constitución es una ley base que requiere amplio nivel de apoyo en el órgano constituyente, pero sobre todo en la sociedad.
Por su parte, y consultado sobre si el texto debe ser escrito desde cero, manifestó que “la hoja en blanco es fundamental, implica que todo lo que se va a incorporar a la Constitución debe tener el acuerdo necesario para que se incorpore. Si no hay hoja en blanco, uno parte de un texto impuesto por anterioridad y el quórum es para reformar o eliminar lo que dice ese texto”.
“Cosa distinta es que el debate constituyente deba hacerse sobre la base de insumos como las constituciones previas, la trayectoria constitucional chilena o el debate que se realizó dentro de la Convención”, añadió.
Gobierno y proceso constituyente
Respecto al rol del Ejecutivo en el futuro constitucional, Elizalde destacó que “el presidente tiene un compromiso claro con el cambio de la Constitución, es parte de su ADN”.
“Ahora, el Gobierno ha tomado la decisión de acompañar este proceso, pero radicando en el Congreso la responsabilidad de arribar a un acuerdo. La Constitución actual está jurídicamente vigente, pero se encuentra política y socialmente derogada”, finalizó.
La Constitución actual está jurídicamente vigente, pero social y políticamente derogada. Si no hacemos los cambios a tiempo vamos a poner en riesgo la paz social en el largo plazo.
— Alvaro Elizalde (@alvaroelizalde) September 10, 2022
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