Cuando César Azpilicueta y sus compañeros levantaron la Copa del Mundo en el continente asiático, único título que le faltaba a Roman Abramovich en su mandato, nadie iba a pensar lo que se venía.
Y es que luego de este campeonato, el cuadro londinense vivió un verdadero terremoto tras la invasión de Rusia a territorio ucraniano. Esto debido a la estrecha relación entre Abramovich y Wladimir Putin, lo que generó que lo expulsaran de Reino Unido, además de congelar todos sus activos, dentro de los cuales está el club inglés.
Esta medida ha generado consecuencias dentro de los jugadores, quienes se han cuadrado con su club. De hecho, el primero fue Kai Havertz, quien dijo no tener problemas en costearse los viajes con el club si era necesario. Además, Tomas Tuchel, su entrenador, se ofreció hasta a manejar el bus.
Sin embargo, lo que llamó aún más la atención fue la situación que dio a conocer Mundo Deportivo, donde señalaban que César Azpilicueta, uno de los capitanes del Chelsea, paga de su dinero parte de la gasolina de los desplazamientos del club.
Recordemos que las sanciones de congelamiento de activos ha provocado que el cuadro londinense no tenga ingresos frescos. De hecho, solo entra dinero por los derechos televisivos, pero estos van a un fondo común destinado para el pago de sueldos de los funcionarios del club, el cual tienen un coste de 30 millones de euros.
Aunque el Gobierno británico ha tenido ciertas licencias con los Blues. Claro, porque les han permitido recibir ingresos por la venta de entradas, en los partidos de ida y vuelta, de Champions League, FA Cup y femeninos. Sin embargo, no los pueden utilizar, ya que serán destinados a un fondo hasta que se levante la sanción.
Por lo que toda esta problemática se podría resolver con la asunción de los nuevos dueños, los cuales se podrían conocer a fines de abril. Siempre y cuando se habiliten las sanciones contra Abramovich.