
En la transición a la normalidad post pandemia, en el 2022, Novak Djokovic (7° en el ranking ATP) vivió una experiencia poco agradable a principio de ese año, en el marco del Abierto de Australia. El serbio fue deportado en ese entonces debido a que el gobierno le anuló la visa por motivos de “salud y orden público”.
En entrevista con Herald Sun, la primera raqueta serbia recordó el suceso, calificándolo como traumático.
“Las últimas dos veces que aterricé en Australia, al pasar por el control de pasaportes y la inmigración tengo un poco de trauma de hace tres años“, comentó al medio australiano.
“Todavía me quedan algunos rastros cuando paso por el control de pasaportes, sólo para comprobar si se acerca alguien de la zona de inmigración. La persona que comprueba mi pasaporte, ¿va a llevarme, a detenerme de nuevo o a dejarme marchar? Debo admitir que tengo esa sensación”, aseguró el tenista de 37 años.
Cero rencor
A pesar de lo sucedido, el ganador de 24 trofeos Grand Slam puntualizó que no guarda rencor con el país y manifestó que, el año siguiente de lo ocurrido, fue uno de los más emotivos de su carrera.
“No guardo rencor. El año siguiente vine enseguida y gané. Mis padres y todo el equipo estaban allí y fue realmente una de las victorias más emotivas que he tenido, teniendo en cuenta todo lo que había pasado el año anterior”, sostuvo el balcánico.
Djokovic tuvo que llevar el caso a la justicia, argumentando que no era portador del virus y que estaba inmunizado. El Tribunal australiano tomó la decisión de deportarlo tras estar varios días encerrado en un hotel.
El tenista serbio la semana pasada fue eliminado en el ATP 250 de Brisbane, y ahora se prepara para afrontar la nueva edición del Abierto de Australia, que comienza este domingo 12 de enero.