Nicolás Jarry (58° del ranking ATP) no logra reencontrarse con su mejor versión. Este martes, el chileno volvió a caer en su estreno, esta vez en el ATP 500 de Múnich, donde fue superado en tres sets por el francés Ugo Humbert (21°) con parciales de 4-6, 6-3 y 6-2.
Con esta nueva derrota, Jarry acumula cinco tropiezos consecutivos en el circuito profesional, de los cuales cuatro han sido en su primer partido, una estadística que refleja su delicado presente tenístico.
El duelo en suelo alemán comenzó con una sólida presentación del chileno. Logró quedarse con el primer set gracias a un quiebre oportuno y mostró seguridad con su servicio. Pero el panorama cambió radicalmente en el segundo parcial, donde los errores no forzados comenzaron a acumularse y su rendimiento se desmoronó.
En el set decisivo, Humbert aprovechó la fragilidad del juego de Jarry, quebró tres veces seguidas y se puso rápidamente 5-0. Aunque el nacional logró descontar con un quiebre, no fue suficiente para revertir el rumbo y el francés cerró el partido por 6-2.
Más allá del marcador, la expresión corporal de Jarry fue elocuente. Gritándose a sí mismo, lamentándose tras errores no forzados y mostrando frustración constante. El chileno terminó el encuentro con 36 tiros ganadores, pero también con 52 errores no forzados, una cifra que preocupa.
Los números tampoco lo acompañaron con su servicio en Múnich: Humbert le quebró en cuatro de las 16 oportunidades generadas. Ahora, Jarry buscará levantar cabeza en el Masters 1000 de Madrid, que arranca la próxima semana.
Se le viene un tramo exigente del calendario en el que debe defender puntos clave, sobre todo su final alcanzada en Roma el año pasado. De no recuperar terreno, corre serio riesgo de salir del top 150 del ránking mundial.
