
El español Jaume Munar se despidió en segunda ronda de Roland Garros, pero no sin antes dejar duras declaraciones contra el público local. Tras una batalla de más de cuatro horas y media frente al francés Arthur Fils, que lo venció en cinco sets (7-6, 7-6, 2-6, 0-6 y 6-4), el mallorquín apuntó directamente a la actitud de los asistentes.
“Estoy acostumbrado a que animen al rival, eso no me molesta. Pero lo que pasa aquí es una falta de respeto absoluta: no dejan de cantar, interrumpen, no dejan que el partido fluya”, lanzó sin rodeos. Y fue más allá: “Esto parece un espectáculo, un show… a veces hasta un circo o un teatro. Nosotros venimos a trabajar, no a ser parte de una función”.
“El público más molesto” del circuito
El momento más tenso del partido para Munar fue el último game, donde cedió su saque tras arrancar 0-30. “Que si cantan el himno, que si no me dejan sacar, que si hacen tonterías entre puntos… Si hago una doble falta, es mi culpa, pero todo eso influye”, sostuvo visiblemente frustrado.
El español comparó al público de París con el de otros torneos grandes. “El público francés es el más molesto. En Nueva York, por ejemplo, es intenso, pero lo viven como espectáculo. Lo mismo en Australia. Aquí la bandera pesa demasiado y no permiten que el juego transcurra con normalidad”.
Desde el otro lado de la red, Arthur Fils tuvo una visión completamente distinta. Para él, la atmósfera vivida en la Suzanne-Lenglen es parte del ADN del torneo. “En comparación con el fútbol o la NBA, esto no es nada. El ambiente puede ser fuerte, pero hay que aceptarlo. Cuando vas a Australia o Nueva York te gritan en la oreja cuatro horas y no hay reclamos. Es parte del juego”, explicó.
Fils, quien enfrentará al ruso Andrey Rublev (17°) en tercera ronda, cerró con una defensa enfática: “Para mí, el público francés es uno de los mejores del mundo, si no el mejor. Y lo seguirá siendo”.