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Este viernes se realizará el juicio sobre el caso de Ximena Restrepo. A casi seis meses del escándalo del atletismo chileno en Santiago 2023, la vicepresidenta de World Athletics y madre de la medallista panamericana Martina Weil, contó su versión de los hechos en exclusiva con Deportes en Agricultura.

Restrepo abordó las acusaciones de racismo y discriminación en su contra por parte de Berdine Castillo, descartó su injerencia en la composición de la posta 4×400 y relató qué ocurrió durante el doping a su hija con Francisco Sagredo.

¿Por qué ahora usted decide hablar?

“Yo no había hablado precisamente porque no quería echar más leña al fuego. Porque yo quería ver si se podían calmar las aguas. Quería ver si podría haber una conciliación. Lamentablemente eso no fue posible. Y las circunstancias de cómo se han ido desarrollando las cosas me motivaron a hablar. Creo que hay muchos malos entendidos, creo que hay información inexacta y por eso fue que decidí hablar“.

– Se ha hablado que usted es una persona que emitió juicios racistas, que insultó, que fue discriminadora y que utilizó sus influencias de poder como dirigente importante para favorecer o para perjudicar a ciertas atletas…

“Lo niego rotundamente. Estoy completamente clara y quiero ser súper enfática en decir que yo no fui ni discriminadora, ni racista, ni utilicé mis influencias ni mi poder para absolutamente nada. Lo que yo hice fue defender una posición técnica. Yo reconozco que pude haber, debido a las circunstancias con las que yo me encontré cuando llegué a la pista, este caos que había, esta desesperación de las niñas, este desorden. Unas lloraban, otras no sabían qué hacer, ver a la Martina afectada de esa manera, con todo lo que estaba sucediendo, me dejé llevar por las emociones y lo reconozco. No tengo ningún inconveniente”.

“Estoy dispuesta y lo digo acá públicamente, a pedirle disculpas a las personas que yo pude haber ofendido“.

– Sobre las acusaciones de que usted habría proferido insultos y discriminaciones racistas en contra de Berdine Castillo, ¿Qué puede decirnos acerca de esto?

“Si tú ves las declaraciones de Berdine, ella siempre ha reconocido que no hoyó directamente de mí ese tipo de declaración“.

¿Por qué eso entonces?

“Ella me vio a mí discutir con los entrenadores y según dice, no se puede sino interpretar que yo estaba buscando sacarla del relevo, porque yo mencioné su nombre en un momento y cuando mencionan el nombre de uno, uno puede también sentirse como ‘están hablando de mí’. Yo la puedo entender, creo que ella pudo haberse sentido de pronto discriminada por mí, pero eso no, eso no es efectivo”.

“Yo soy colombiana, yo competí en la época de Pablo Escobar. Aparecía Colombia y Pablo Escobar al lado. Yo salí a competir con mi pasaporte colombiano, me sentía discriminada por estar con ese pasaporte, me paraban, me revisaban, me metían a cuartuchos para revisarme completamente de arriba abajo, para revisar mi cartera. Muchas veces me sacaron la maleta del avión para que yo la mirara”.

– En el caso de Berdine, ha sido clara en decir que la discriminaron por su raza…

“Primero, yo no fui la que decidió quién corría y quién no corría. Segundo, yo nunca emití ese tipo de comentarios. Ningún comentario salió de mi boca del tipo racista ni discriminatorio. Para mí estar con personas de color es lo más natural. Colombia es un país multirracial, en todas partes te vas a encontrar con personas de color”.

“No sería capaz de discriminar a nadie. O sea, no está dentro de mi ética, dentro de mis valores, el discriminar a ninguna persona y tampoco fui grosera con los entrenadores, fui enfática, lo reconozco, fui dura, pude haber sido intensa, pero no dije groserías ni fue mi intención herir a alguien después de haber ofendido por mis palabras fuertes, por mis palabras directas, por haber dicho que estaban haciendo las cosas mal, por haber dicho que faltaba liderazgo”.

“Cuando llegué a la pista, me encontré con que Martina me abraza prácticamente llorando y me dice “mamá, está la cagada”

– ¿Qué pasó? ¿Usted llegó sola o la llamó Martina?

“Yo podía estar ahí. Era correcto que estuviera ahí. Tenía una credencial con la que podía, era correcto. Yo durante los juegos fui la entrenadora de Martina. Pero más que lo correcto era que yo sentía que ellas eran mis niñas. Quería ir a darles la buena onda, a darles ánimo, a decirles que corrieran lo mejor posible”.

– Cuando usted baja, narra que estaba este caos ya desatado y también se le acusa que usted influyó en la decisión que se tomó, con quién corría y quién no corría. ¿Qué puede decir usted de eso?

“Primero, lo que te acabo de decir, que yo bajé faltando 20, 25 minutos, o sea, cuando yo llegué, la decisión ya estaba tomada completamente“.

¿Usted no tuvo ninguna influencia?

“Ninguna influencia. El entrenador tiene que entregar la papeleta con los nombres y el orden de las corredoras una hora antes de la competencia. Yo llegué bastante después de eso, así que por mi parte no hubo ninguna influencia, nada de tratar de que corriera una y no la otra. Además que yo sabía que Martina iba a estar en el relevo por sus credenciales, por lo que había hecho, porque había ganado los 400“.

¿Técnicamente le parece una decisión correcta la que se tomó, le parece justo?

“Esto no es un tema de justicia. Esto es un tema de deporte. Cuando se selecciona a alguien, cuando alguien se queda en la banca, cuando alguien entra a la pista, cuando alguien entra a la cancha. Eso no es un tema de justicia, es un tema de que en el deporte siempre hay que seleccionar. El deporte es selectivo, entonces se selecciona a una persona y otra se quedan en la banca”.

Empatizo muchísimo con Berdine y Paulette, o sea, ellas se tienen que haber sentido en ese momento decepcionadas. Ellas pensaban que estaban en el relevo, estaban dentro de las cuatro primeras y yo me imagino que ellas se sintieron tratadas injustamente”.

– Lo último es un caso distinto, pero apareció también en medio de toda esta polémica, estas denuncias en su contra. Se habla de que usted, en un control antidoping de Martina durante los Juegos Panamericanos, insultó con palabras de grueso calibre a alguno de los comisarios encargados del control…

“Lo que nosotros pensábamos era que solamente le iban a hacer un control de orina. Bueno, llevaba 30 minutos, 40 minutos y Martina no salía. Entonces, fui y toqué la puerta. Me abrió una persona, un joven. Estaba muy alterado. Yo lo vi, estaba nervioso, transpiraba, le corría la gota. Y le pregunté ‘¿qué pasa con Martina?’. Me dijo No, es que está en el control de doping. Le dije Sí, pero es que ya lleva 40 minutos. Entonces me dice ‘no, lo que pasa es que se decidió hacerle control de sangre’. Martina tiene una condición que se llama dice Autonomía y Martina le tiene pánico a las agujas. Pánico. Entonces, si yo hubiera sabido que Martina le iban a hacer control de sangre, yo la acompaño”.

“Yo le pregunté cuántas veces la habían pinchado. Entonces él me dice dos, o sea, llevaban dos veces en que le habían pinchado y no le habían podido sacar sangre. Y yo les dije “¡se les va a desmayar!“.

– Al final acá hay dos versiones. ¿Por qué usted cree que la gente debería creerle a usted?

“Mira, es complejo, pero yo quiero decir que yo toda mi vida he sido una persona súper íntegra que que he trabajado por el bien del deporte, que he sido respetuosa. Nunca en mi vida había tenido un problema como esto. Esta es la primera vez que esto salta. que me pasa algo así por mi trabajo, por lo que yo he hecho, por el atletismo, porque gracias a todo mi recorrido, a toda mi carrera, yo estoy donde estoy también, o sea, yo no soy una parecida en el atletismo“.

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