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El Centro Regional INIA La Platina ha confeccionado un reporte fotográfico de avistamientos de los últimos dos años, gracias a la colaboración de personas que comparten imágenes en grupos de redes sociales, de pequeños agricultores o interesados en el mundo de la entomología.

En 2020 un usuario subió por primera vez a las redes una imagen del insecto en la comuna de Maipú, con el temor de que se tratara de la conocida Avispa asesina (Vespa mandarinia), la cual no ha ingresado a nuestro país. Desde ese momento, se han reportado periódicas observaciones que permiten identificar focos de asentamiento para este nuevo avispón, que no representa un riesgo para las personas, pero que en países como Jordania o Egipto se ha convertido en una plaga agrícola y apícola.

Dentro de un triángulo comprendido por las comunas de San Bernardo, Pirque y Maipú, se han presentado la mayor cantidad de reportes, permitiendo estructurar un mapa y cronograma inicial de su actividad durante los últimos años.

Para Nancy Vitta, investigadora de INIA La Platina, el seguimiento de los puntos en que se está reproduciendo es muy importante porque “al establecerse en nuestro país es necesario conocerla y gracias al mapeo y la información que es entregada por la comunidad esto es posible. Por el momento tenemos conocimiento de la especie y su desempeño habitual en otras latitudes. Se sabe que tiene proceso de hibernación de la reina, construcción de nidos en primavera y trabajo de obreras en verano, como todas las avispas. ”

La velocidad de adaptación al clima y la alimentación de los insectos exóticos varía mucho según la especie, y por esta razón es necesario estudiar el Avispón oriental y determinar el comportamiento que tendrá en nuestro país. “Pienso que esta plaga aún se puede erradicar porque está muy focalizada y así podremos evitar que en cinco o diez años más pueda ser un problema para la apicultura”, señala Virginia Aguilar, ayudante de investigación de INIA La Platina.

Vespa orientalis es una avispa originaria de Asia, que alcanza en edad adulta una longitud corporal de 25 a 35 mm. Tiene bandas amarillas en el abdomen, se alimenta de néctar o frutas y depreda a otros insectos para alimentar con proteínas y azúcares a sus crías, lo que significa un riesgo potencial para las abejas melíferas, ya que dentro de las colmenas se encuentran los requerimientos alimenticios necesarios.

Estos insectos están constituidos por una reina, obreras y machos y al igual que las conocidas como chaqueta amarilla, anidan bajo tierra o en entretechos de viviendas y galpones, construyendo avisperos con fibra de troncos, mezclada con saliva para formar una poderosa pasta protectora.

Para Virginia Aguilar, “al desconocer el potencial reproductivo de estas colonias, que comienzan a desarrollarse en la Región Metropolitana, no se puede determinar el número de obreras, reinas y machos que se generan en un nido, ni el comportamiento invasivo de la plaga. Sin embargo, se recomienda un manejo preventivo de capturas de reinas fecundadas en abril-junio y reinas salientes de hibernación a mediados de octubre. Se pueden construir trampas con ácido acético + isobutanol o la utilización de vinagre de manzana y otros tipos de cebo, tal como se hace para la reina de Vespula germánica (chaqueta amarilla)”.

Junto con eso y considerando la importancia de la colaboración en estos temas de relevancia apícola, el equipo de investigación de INIA La Platina requiere que la ciudadanía reporte la presencia de este insecto, a través del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) www.sag.cl o al Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) La Platina www.inia.cl, para dar a conocer el avance de esta nueva especie en territorio nacional y permitir procesos de investigación y control.

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