‘Hemos visto un retroceso en los precios por toma de ganancias de los fondos de inversión, lo que no ha sido muy relevante, porque si el conflicto sigue escalando, la situación podría ponerse aún peor. Entre Rusia y Ucrania tienen prácticamente el 27% de las exportaciones mundiales de trigo. Si las sanciones económicas continúan, y haya países que no puedan comprar trigo ruso ni ucraniano, esos países tendrán que volcarse a otros exportadores como Estados Unidos y Australia’, dijo el director regional de US Wheat Associates, Miguel Galdos. El experto agrega que considerando que Chile produce 1,1 millones de toneladas y consume más de 2 millones, los altos precios van a ser un gran incentivo para que siembren productores pequeños y medianos que no lo han hecho durante las últimas temporadas porque los precios no han sido tan atractivos.
‘En el corto plazo podría subir la producción de trigo en Chile, siempre tendrá que importar, pero sí debiera aumentar la producción local’, indicó Galdos. En esta línea, desde la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) señalaron que están monitoreando el impacto del conflicto armado en los precios de la cadena de alimentos y que en el gremio hay preocupación por el alza que han tenido. Ante la llegada de nuevas autoridades, el jefe del Departamento de Estudios de la SNA, Francisco Gana, sostuvo que se debiesen aplicar herramientas en dos áreas. ‘En lo productivo, fomentando más siembras en los productos esenciales, financiamiento y transferencia tecnológica; y lo social, implementando políticas de ayuda para la población de extrema pobreza, a quienes les es difícil la adquisición de alimentos’. Uno de los productos que se verá impactado por el alza del trigo es el pan.
Según explicó la supervisora de producción de la panadería y pastelería Superba, de Valparaíso, y secretaria de la Asociación Gremial de panaderos de la Quinta Región, Mirella Bonino, a fines de mes se verían alzas de entre $100 y $200 por kilo. ‘Desde hace tiempo se vienen viendo alzas en los insumos como la harina, además del petróleo y el dólar, y se espera que en abril suba nuevamente la harina. El 40% del trigo que se importa se compra en Canadá, y esa producción podría eventualmente ser redirigida a países europeos, que obviamente pueden pagar más’, manifestó Bonino, quien ejemplificó que los 50 kilos de harina en la Región de Valparaíso hoy se compran a $32 mil, mientras que un año atrás, el costo era de unos $22 mil. La otra amenaza es la paralización de los envíos de países productores, como Serbia e Indonesia, que por estos días han cerrado la venta de alimentos al extranjero, con el objetivo de mantener los precios y asegurar la producción para el consumo local.