Luisa Toledo, acompañada de representantes de organizaciones de Derechos Humanos y de familiares y amigos de presos políticos, acudió en señal de protesta al ministerio de Justicia, con el fin de “denunciar el constante hostigamiento y castigo aplicado por Gendarmería de Chile a Tamara Sol Farías Vergara, integrante de la familia Vergara Toledo, la que sufrió el asesinato de tres integrantes por la violencia represiva de la dictadura cívico-militar que gobernó Chile entre 1973 y 1990”.
Luisa Toledo es tía abuela de Tamara Sol Farías Vergara y madre de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, asesinados el 29 de marzo de 1985 por agentes de Carabineros, según estableció la justicia civil.
De acuerdo con la denuncia, Farías Vergara –condenada en 2015 a 7 años de cárcel por el homicidio frustrado de un guardia de seguridad de una sucursal del Banco Estado de la comuna de Las Rejas- “se ha visto impedida de realizar trabajos y de participar en talleres que le permitan acceder a beneficios carcelarios que la ley chilena reconoce a cualquier prisionero”.
Además, se denuncia que la mujer ha recibido “constantes provocaciones” al interior del recinto penitenciario, sumado a que no se realizaría una evaluación de su conducta, pese a cumplir ya la mitad de su condena.
“La salud física y psicológica de Tamara Sol, por los constantes hostigamientos y aislamiento, se ha ido deteriorando progresivamente en este periodo, lo que ha sido acreditado por distintos facultativos que la han atendido”, sostiene el escrito de denuncia.
En concreto, se demanda a las autoridades del ministerio de Justicia ”que se realicen los peritajes forenses de rigor para diagnosticar el estado de salud de Tamara Sol; exigimos que pueda acceder a la realización de talleres y trabajos; exigimos que se respete el derecho a la salud en los centros penitenciarios de todos los prisioneros; exigimos un trato digno para ella y para todos los prisioneros políticos de las cárceles de nuestro país”.