HANS SCOTT /AGENCIAUNO
Comparte

Con pruebas de laboratorio que midieron resistencia y seguridad en bicicletas para niños y monopatines, la SEREMI de Salud RM, Rosa Oyarce, demostró junto a los profesionales de World Survey Services (WSS), la importancia de la buena calidad de componentes de estos populares regalos navideños, para evitar accidentes que incluso podrían ser mortales.

Los resultados de los testeos fueron sorprendentes y demostraron que las bicicletas que se comercializan de manera irregular, son más inseguras y peligrosas que las que sí cumplen con la normativa. Las bicicletas fueron sometidas a las pruebas que la autoridad solicita a los comerciantes chilenos para la certificación de bicicletas para niños y niñas.

El resultado fue dispar entre los productos que cumplían la normativa y los que fueron requisados por la SEREMI de Salud RM, al no acreditar documentación de seguridad. Las ruedas de apoyo laterales en los productos irregulares se deformaron al no soportar el peso indicado, los frenos se accionaron con niveles de fuerza superiores a los que puede ejercer un niño (con el consiguiente problema de frenado), los volantes se torcieron al aplicárseles fuerzas de uso y los neumáticos se deformaron e incluso corrieron el riesgo de estallar, luego de inflarlos con sólo un 10% más de su carga indicada, todas estas pruebas fueron contrastadas con productos regulares, que cumplen con la norma y que pasaron sin problemas los testeos.

En monopatines el resultado no fue muy distinto y se evidenció una menor resistencia al peso del usuario en los productos que incumplían, así como deplorable calidad en las uniones entre el monopatín y su volante.

La SEREMI de Salud RM, Rosa Oyarce solicitó a los adultos que no sólo se preocupen de la compra de la bicicleta, sino que también de su correcto uso, debido a que “en Navidad no debemos jugar con la salud de nuestros niños. Regalar una bicicleta, es más que regalar un juguete, es la responsabilidad de iniciarse en la cultura vial y en los medios de transporte. Los rodados tienen muchos riesgos de accidentes, pero con la correcta supervisión y preocupación de los adultos por prevenirlos, se convierten en experiencias y aprendizajes lúdicos, que son importantes para el desarrollo de los más pequeños”.

Entre los consejos para los padres, la SEREMI puso especial énfasis a la compra en lugares establecidos y en preocuparse de armar la bicicleta bajo las recomendaciones del fabricante, indicando que “al comprar en el mercado formal, los adultos se aseguran que el producto se ajusta a la normativa chilena, donde los importadores y productores, deben demostrar la seguridad de sus productos. Hoy hemos sometido a distintas bicicletas y monopatines para niños a las mismas pruebas que exige la normativa. Los rodados que no han pasado la prueba son justamente los que retuvimos en fiscalización, porque no presentaron sus certificados de seguridad, no disponían del rotulado obligatorio o un manual para el armado”.

Las bicicletas que fiscaliza la Autoridad Sanitaria son las dirigidas a niños, es decir, cuyo tamaño de sillín está por debajo de los 635mm. Estos productos son considerados como juguetes y las Seremías de Salud pueden fiscalizar sus condiciones de venta y exigir la documentación de seguridad a los comerciantes. Otros rodados que están destinados a la entretención de los niños y no a la práctica deportiva también pueden ser inspeccionados por las Seremis de Salud.

Referente al correcto armado, Oyarce expresó que “una bicicleta mal armada es tan peligrosa como una bicicleta de componentes inseguros, aunque la marca sea garantía de calidad. Solicitamos a los adultos, que se aseguren que el producto ha sido armado según las instrucciones del fabricante. Muchos rodados vienen desarmados, por eso es importante que los adultos exijan el manual de armado, según las instrucciones del fabricante, para conocer responsablemente la forma correcta de ensamblar el producto. Muchos locales ofrecen el servicio de armado y es una buena opción, pues estos lugares cuentan con la experiencia y herramientas para hacerlo. Hay talleres especializados que también pueden armar los productos. Lo ideal es que, aunque la bicicleta esté armada, igual se exija el manual de armado. Servirá para futuros arreglos o servicios técnicos”.

La SEREMI de Salud RM, también aprovechó de referirse a las condiciones de seguridad generales que deben tener las bicicletas y triciclos, aconsejando a los padres a fijarse “en el tamaño adecuado de los rodados según la altura y peso del niño. Cuando los niños están sentados en el sillín deben poder tocar el suelo con sus pies. Las Cadenas, correas o mecanismos deben estar tapados para evitar el atascamiento o aplastamiento de los dedos de la mano y de otras partes del cuerpo. El etiquetado de estos productos debe suministrar información de seguridad al consumidor en el punto de compra, en el juguete o en el envase. Debe ser visible, fácilmente legible, y en español. Las Bicicletas de Juguete deben adjuntar instrucciones de armado y mantenimiento e indicar los peligros potenciales, así como recomendar el uso de un casco protector, además de incluir un recordatorio que no está permitido el uso de este tipo de bicicletas en la vía pública”.

Rosa Oyarce también entregó importantes consejos a la hora de usar el casco, indicando que “la preocupación de los adultos no sólo debe estar en la compra. Al usar las bicicletas o rodados, los niños deben portar obligatoriamente un casco para bicicletas, que puede salvar su vida en caso de accidente. La sujeción del casco es importantísima. Primero que todo, debe ser de la talla adecuada y que niños y niñas sepan colocárselo de manera correcta, sin la ayuda de un adulto. La mejor forma de enseñar la correcta postura de un casco, es que hagan 3 pruebas para corroborar que es seguro.

La primera prueba es la de los ojos: al ponerse el casco, el niño debería poder ver el borde inferior, que debe quedar a 2.5 cm., aprox, por encima de las cejas. La segunda es la prueba de las orejas: cuando las correas del casco están abrochadas, deben formar una “V” debajo de las orejas. La correa debe estar ajustada, pero cómoda. La última prueba es la de la boca, donde el niño debe abrir la boca lo que más pueda, si al hacerlo, nota la tensión del casco, es porque está bien ajustado. Un casco de bicicleta, es igual de eficaz con cualquier otro tipo de rodado para niños”.

Últimas Noticias