Archivo Proceso De Salmones
Agencia UNO
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La organización ambiental Greenpeace, denunció que durante la noche del viernes se produjo un masivo escape de salmones desde el centro de cultivo “Caicura” que es operado por la empresa Salmones Blumar S.A., en un sector cercano a Islas Caicura, frente a la caleta La Arena.

La salmonera, que se dedica a la acuicultura en general, crianza, producción y cultivo de salmónidos, se encuentra dentro del territorio de la comuna de Hualaihue, en el Seno Reloncaví, provincia de Palena, en la región de Los Lagos.

Al respecto, señalan que el gerente general de Blumar, Gerardo Balbontin, precisó el centro de cultivo registraba hasta ayer 875.144 peces de la especie Salmón del Atlántico, con un peso promedio de 3,828 kilos.

El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) confirmó la fuga masiva de especímenes, aunque aún se desconoce la cifra exacta.

“Es impresentable que la propia empresa no sepa la magnitud del escape. El permiso de siembra era para un total de 1.009.474 salmones y en este evento se hundieron prácticamente todas las jaulas, por lo que al menos estamos hablando de 1 millón de salmones escapados. Sabemos también que la industria sistemáticamente falsifica los datos sobre siembras y mortandades, así lo demostró el caso de Nova Austral donde el ex gerente Nicos Nicolaides presenta diferentes denuncias y querellas por ocultar las cifras. Para el caso de este centro, el representante legal de la empresa Blumar al momento de la tramitación de los permisos para aumentar la capacidad de cultivo es el mismo Nicos Nicolaides, por lo que no extrañaría que la cantidad realmente sembrada en este centro sea aún mayor de lo autorizado y se debe investigar a fondo las causas del hundimiento de las jaulas”, condeno la coordinadora de Campañas de Greenpeace, Estefanía González.

González añadió que “este escape se da en una zona geográfica cercana al lugar donde ocurrió el escape de Marine Harvest (MOWI) de 2018 y aún las autoridades no sancionan de manera adecuada. Las autoridades de pesca han autorizado zonas supuestamente apropiadas para la acuicultura que en la práctica no lo son y los continuos desastres ambientales lo demuestran con hechos. No necesitamos que SERNAPESCA vaya a mirar estos desastre, urge que actúen y caduquen las concesiones que generan estos gravísimos hechos” , explicó González.

Por el momento si las condiciones climáticas lo permiten, ingresarán dos barcos y un remolcador, cargados con materiales y elementos de flotabilidad, preparados por el Área de Logística de Blumar, para iniciar las labores de evaluación del módulo, explicaron desde la empresa.

Desde la organización ambientalista, insiste en que no se puede “justificar este hecho por las condiciones metereológicas, estamos hablando de un temporal que se da bajo las condiciones normales para el mes de junio en la zona, no es siquiera el peor temporal esperable en esta área. En lugar de cuestionar el clima, lo que debemos cuestionar es la existencia de estos centros allí. Todos los años hay evidencias sobre la incompatibilidad de la salmonicultura con el clima, los ecosistema marino y los legítimos usos de las comunidades locales e indígenas, que se ven profundamente afectadas también. Esta es una zona precisamente solicitada como ECMPO por un conjunto de comunidades”.

Reiteran que los escapes de salmones tienen un gran impacto ecológico ya que al ser especies introducidas de forma artificial, no poseen depredadores naturales. Son animales carnívoros que atentan contra las especies nativas de la zona.

Además, recuerdan que en el año 2018 y detonado por el escape de 263.000 salmones, el Estado de Washington en Estados Unidos decidió detener por completo la industria de la salmonicultura a través de un proyecto de Ley para poner fin a la totalidad de concesiones de salmón atlántico al año 2025.

“Presentaremos todas las acciones legales necesarias para que se caduque la concesión y el permiso ambiental (RCA) de este centro. Presentaremos denuncia la Superintendencia de Medio Ambiente e insistiremos en las sanciones lleguen ya, las comunidades y el medio ambiente no puede esperar años como ocurrió con el desastre de Chiloé o el escape de Marine Harvest. Continuaremos investigando los detalles del caso para poner la información a disposición de la comunidad local y las autoridades. Hoy la información que viene por parte de la industria no es confiable por lo que continuaremos trabajando para lograr transparentar y denunciar la real magnitud de estos desastres y sus impactos”, aseveró la vocera de Greenpeace.

Finalmente, señalan que las comunidades indígenas del territorio de Walaywe, se encuentran “muy preocupadas por el hundimiento del centro de cultivo. Lo que genera mayor incertidumbre es pensar que hay o una fuga masiva o una mortandad masiva de peces, ya que cualquiera de las dos situaciones genera un daño tremendo al ecosistema y fondo marino”. Enfatizan que también que”: nuestra mayor preocupación es que este centro de cultivo limita con el actual ECMPO (Espacio costero marino de pueblo originario) MAÑIHUEICO-HUINAY, en proceso de destinación marítima cuyos solicitantes son las comunidades indígenas del territorio de Walaywe, que en conjunto con pescadores artesanales y otros usuarios del borde costero de Walaywe, se verán afectadas por esta situación que tiene el carácter de desastre ambiental”.

“Creemos que este tipo de desastre no debe pasar por alto y esperamos que las autoridades no se escuden en la actual pandemia de covid19 para realizar las fiscalizaciones que corresponden y esperamos las máximas sanciones que los organismos de estado puedan aplicar, ‘caducidad de concesión marítima y caducidad de resolución de calificación ambiental de este proyecto’. Una vez más queda en evidencia que este tipo de industrias no debe operar en espacios en donde viven pueblos originarios nosotros somos del pueblo mapuches lafkenches y seremos administradores de este ECMPO en conjunto con los pescadores artesanales, recolectores de orilla y grupos de usuarios que vivimos y convivimos con el mar, cuyo valor y respeto es lo que hoy día permite seguir realizando nuestras prácticas consuetudinarias”, indicó Yohana Cuñuecar, representante Comunidad Admpu Ka Lafquen, parte del grupo de comunidades solicitantes de la ECMPO Mañihuieco-Huinay.

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