Raúl Moya, padre de la pequeña Tamara, quien fue asesinada hace poco más de un mes en una encerrona en Huechuraba, abordó la muerte del presunto autor del crimen de la menor.
Hay que mencionar que durante la noche de este jueves, luego de un intento de portonazo a un carabinero de franco en Pudahuel, el delincuente fue abatido en la vía pública. Sus acompañantes, en tanto, huyeron.
“Sabemos la identidad del animal que mató a nuestra hijita es cierta. Afortunadamente, no tuvimos que seguir esperando por justicia divina, porque buscando hacer el mismo daño que nos hizo a nosotros como familia, se encontró con alguien que sí estaba dispuesto a devolverle los balazos”, sostuvo el hombre, quien a la espera de las pericias respectivas, da por hecho que se trataría del antisocial que acabó con la vida de la menor.
“Solamente había escuchado rumores de que estaba muerto (el antisocial), pero jamás me podría causar felicidad esta noticia. En la condición en la que estamos nunca vamos a ser felices, porque la única felicidad que podríamos tener nosotros es traer de vuelta a nuestra hija y eso no ocurrirá jamás”, aseveró.
Sobre la misma, Moya reconoció sentir satisfacción que uno de los autores del crimen haya pagado con la vida. “Debo admitir, y no me da vergüenza decirlo, que esto nos genera profunda satisfacción, porque mi hija ya empezó a recibir la justicia que merece. Aún quedan dos (sujetos) más y espero que caigan pronto. Tengo confianza en que hayan dejado las pistas suficientes para identificarlos y detenerlos”, expuso.
“Nada nos devolverá a Tamara, pero la muerte del sujeto es la única forma en que se garantiza que no seguirá haciendo daño. El tipo no aprendió y siguió cometiendo robos. Para mí, él encontró lo mínimo que merecía”, sentenció Raúl Moya.