robo de cables eléctricos
Agencia Uno.
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Entre septiembre de 2021 y octubre de 2022 se registraron 548 incidentes de robo de cables eléctricos, en instalaciones de Media y Baja Tensión, según datos de la empresa CGE que distribuye este servicio entre las regiones de Arica y Parinacota y La Araucanía.

El robo de cables eléctricos es un delito que se ha vuelto cada día más común, afectando fuertemente a las instalaciones eléctricas, a la calidad y continuidad del servicio para clientes de amplias zonas del país.

Como resultado de esto, las bandas delictuales se han apropiado ilegalmente de más de 37 toneladas de cable de cobre, con un valor estimado en más de 330 millones de pesos. Esto significa que la compañía debió gastar más de 2.300 millones de pesos para normalizar los servicios eléctricos y la infraestructura dañada.

De esta manera, los antisociales en el último año las sustrajeron más de 152.800 metros de cable de cobre (51,8 kilómetros). Esto triplica lo registrado entre enero y diciembre de 2021, donde este tipo de bandas robaron al menos 53,3 km.

Robo de cables eléctricos por regiones

Mientras que las zonas que registran un mayor número de incidentes -medido por la cantidad de metros de cable robado- son la región de Coquimbo, con más de 58 mil metros de cable sustraído en los últimos 12 meses.

Continúa O’Higgins con 33.040 metros de cable robado; Arica-Parinacota y Tarapacá con 21.611 metros de cable de cobre robado; Atacama (14.862 metros robados) y Biobío (11.739 metros robados).

En 2022, cuatro personas fallecieron intentando realizar estos delitos en las comunas donde presta servicio CGE, demostrando el peligro de intervenir las redes eléctricas y el accionar de las mafias que están tras este ilícito.

Al respecto, Matías Hepp, director de operaciones de CGE, dijo que “el robo de conductores afecta a toda la comunidad, ya que provoca interrupciones en el suministro eléctrico, y puede afectar la seguridad de la población, causando accidentes, incluso con resultados de muerte, para las personas que manipulan las instalaciones sin autorización”.

“Estas son bandas organizadas, con elementos, equipos y tecnología, y su accionar tiene un impacto negativo en la calidad del suministro eléctrico de las personas”, sostuvo.

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