La Policía de Investigaciones (PDI) detuvo a diez personas por estar involucrados en varios secuestros ocurridos en el país, entre abril y octubre de este año.
Nueve corresponden a ciudadanos venezolanos (todos migrantes irregulares) y uno es chileno.
El subprefecto Hassel Barrientos, jefe Bipe Antisecuestro, detalló que se trata de “tres investigaciones por el delito de secuestro en Santiago, más una en la Región de Coquimbo. Esta resulta con la detención de diez ciudadanos, entre ellos nueve de nacionalidad venezolana, uno de nacionalidad chilena”.
Consultado si se van a echar a estos delincuentes, explicó que “hay un trámite administrativo que, posteriormente, al trámite de la investigación criminal y al judicial viene la parte administrativa donde, seguramente, serán expulsados“.
Por su parte el fiscal Héctor Barros, de la fiscalía regional Coordinador del Equipo de Crimen Organizado y Homicidio de la Fiscalía de Chile, señaló que “este tipo de investtigaciones nos demuestran que en los últimos tiempos estamos teniendo una mutación bastante relevantes en lo que dice relación con la forma que se cometen los delitos, principalmente la violencia que se producen en los mismos y la naturaleza de los delitos, en este caso de secuestro”.
Un caso
Rodrigo Barrera, Fiscal Metropolitano Centro Norte, detalló uno de los casos que ocurrió el 15 de octubre.
“Un ciudadano extranjero, de nacionalidad peruana, es secuestrado por al menos tres sujetos que lo abordan con armas de fuego. Posteriormente estuvo cinco días en cautiverio, luego fue liberado el día 19 de octubre“, dijo.
“Hemos logrado establecer a través de las distintas líneas investigativas que estamos frente a una nueva modalidad, una nueva forma de operar de estas bandas criminales extranjeras, en términos de que hoy por hoy se están incorporando ciudadanos chilenos a quienes se les atribuye funciones determinadas, vinculadas al ámbito patrimonial”, agregó.
“Es un comerciante, era vendedor de productos farmaceúticos y, en ese contexto, cuando el día domingo estaba en su bodega ubicada en calle Chiloé con General Gana, fue abordado por tres sujetos que ciruclaban en un vehículo Kia”, señaló.
“Todos estos delitos de secuestro tienen un denominador común que son las extorciones que se realizan a familiares de las víctimas, sin perjucio, del ejercicio de intimidación o amenaza respecto de la víctima para lograr el objetivo principal de estas bandas criminales, que es obtener una recompensa económica”, indicó Barrera.