
Con el verano y el aviso por altas temperaturas, los niños necesitan cuidados especiales para evitar deshidratación y golpes de calor.
Por ello, existen algunas recomendaciones para enfrentar el fenómeno:
- Hidratación constante: Ofrece agua con frecuencia, evitando bebidas azucaradas. Incluye alimentos ricos en agua como sandía y pepino.
- Protección solar: Usa protector solar, ropa ligera y sombreros. Evita exponerlos al sol directo entre las 11:00 y 16:00 horas.
- Espacios frescos: Mantén su entorno ventilado y prioriza lugares con sombra al aire libre.
- Atención a señales de alerta: Vigila síntomas de deshidratación como mareos o fatiga. Si ocurren, hidrátalos y busca ayuda médica si es necesario.
Cuidando estos aspectos, los más pequeños disfrutarán del verano seguros y felices.
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