
Elegir la ropa de cama adecuada puede ser la solución para combatir el calor nocturno.
Bajo ese contexto, existen recomendaciones que te ayudarán a mejorar la calidad de tu descanso:
- Telas frescas: Opta por materiales como algodón, lino o bambú, que son transpirables y ayudan a regular la temperatura.
- Evita telas sintéticas: El poliéster y otras fibras artificiales tienden a atrapar el calor y la humedad, generando incomodidad.
- Colores claros: Las tonalidades blancas o pastel reflejan el calor y ayudan a mantener la cama fresca.
- Bajo gramaje: Sábanas con menor densidad de hilos son más ligeras y frescas.
- Ventila la cama: Cambiar las sábanas con frecuencia y airear la habitación evita la acumulación de calor.
Invertir en ropa de cama adecuada puede transformar tus noches calurosas en un descanso fresco y reparador.
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