
La ministra de Ciencias y vocera (s) de Gobierno, Aisén Etcheverry, salió al paso de las críticas tras el fallido nombramiento de Soledad Hormazábal como integrante del consejo directivo del Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP), organismo clave en la implementación de la reforma previsional.
La economista fue retirada de la nómina luego de detectarse una inhabilidad derivada de la participación de su cónyuge, Eugenio Cisternas, en la propiedad de un administrador general de fondos, algo expresamente prohibido por la norma que regula el FAPP.
“La reforma está avanzando de acuerdo a los plazos”
Consultada por los cuestionamientos sobre una eventual falta de prolijidad en el proceso, Etcheverry fue tajante al defender el actuar del Ejecutivo: “Aquí se llevó adelante un proceso muy riguroso de análisis de antecedentes”, y agregó que existen ciertos elementos que el Gobierno “no puede conocer de oficio”, como vínculos familiares con empresas que podrían generar inhabilidades.
En ese sentido, subrayó que “corresponde a la persona cuyo nombre se está proponiendo relevar precisamente la existencia de esa inhabilidad”. Según explicó, esa omisión inicial fue la que motivó la rectificación posterior por parte del Ejecutivo.
Pese a la controversia, la ministra descartó que este impasse afecte los plazos de implementación de la reforma. “No tenemos absolutamente ningún retraso”, aseguró, y afirmó que el calendario de beneficios para los chilenos y chilenas “se va a cumplir sin ningún sobresalto”.
Etcheverry también apeló a la transparencia del proceso, señalando que una vez conocida la inhabilidad, “se tomaron las medidas pertinentes”, reafirmando que el Ejecutivo actuó dentro de sus atribuciones y capacidades.